UN SENTIDO MINUTO DE SILENCIO

Amigos y amigas, os invito a un íntimo, sincero pero valiente y decidido minuto de silencio por esta nueva víctima inocente de la violencia irracional de ETA.
Una vez más, los terroristas han acabado con la vida de un trabajador del pueblo, un agente de la policía nacional cuyo delito ha sido esforzarse cada día por garantizar la seguridad y la libertad de los vascos y velar por el cumplimiento de la Ley y del Estado de Derecho.
Eduardo Antonio Puelles, como todas las víctimas del terrorismo, era uno de los nuestros, un ciudadano español, un ser humano con esposa e hijos, un defensor de Euskadi y de los vascos cuyo proyecto de vida han frustrado los terroristas de la única manera que saben: asesinando.
Estamos todos dolidos porque nos han atacado nuevamente y matado cobardemente, como siempre, pero estamos convencidos de que la aplicación de la Ley, la acción policial, judicial y el apoyo de la inmensa mayoría de la sociedad española vamos a conseguir aislar a los terroristas, dejarlos cada vez más solos, deslegitimar la violencia, acabar con ella y no permitir que dramas como el de hoy se repitan en el futuro.
Que este simple pero sentido gesto de guardar silencio unos segundos sea para tomar conciencia que la paz es un objetivo que debemos lograr entre todos y todas. Que la paz es la base de la convivencia civilizada y democrática. Que la paz por más bombas que le pongan, por más sacrificios humanos que cueste, por más tiempo y esfuerzo que trascurra y cueste, la paz verdadera se terminará imponiendo sobre la violencia. Los violentos tienen por delante un único y cerrado horizonte, la ley, la justicia, la cárcel. La paz, el más generoso espacio hacia el futuro, pues por ella y con ella, hemos estado y estamos, los valientes demócratas. Y, del otro lado, cobardes asesinos ya condenados social y políticamente.