viernes, 11 de diciembre de 2009

LA CASA DE TODOS. ES COSA DE TODOS




Amigos y amigas, he recibido con admiración por los datos e ideas aportadas y con respeto las distintas y diversas opiniones que han dejado en este Blog relacionado con con el articulo “Cambio Climatico… Realidad Inequivoca”.
Escuchamos, vemos, leemos todo tipo de propuestas, exigencias y reclamaciones, desde distintas posiciones y por distintas razones, pero todas, creo, con la buena voluntad de revertir el inevitable desastre que se avecina para “la casa de todos”.
Comprenderán que, yo, humildemente, desde aquí y con mis conocimientos, apenas puedo realizar mi pequeño aporte, como respuesta a tantas inquietudes. En estos momentos hay más de 15.000 participantes registrados, un 50 % de ellos son delegaciones oficiales de los 191 países, la otra mitad, miembros de ONG y otros organismos. Casi 100 jefes de Estado y de Gobierno pasarán por esta Cumbre.
Yo que no soy especialista –lo cual no me quita la preocupación y la conciencia clara de que todos y todas algo podemos hacer-, me siento, quizás, intimidada en dar una solución global o, al menos, una opinión lo suficientemente abarcadora de tantos intereses en juego, China, Ikea, ese comercio tan injusto y avasallador de las super potencias… creo que nadie con dos dedos de frente puede estar de acuerdo con eso, solamente pueden estar de acuerdo los que tengan intereses en ello.
Miren la propia conferencia en si, aunque necesaria por los acuerdos y compromisos que se puedan acordar y por la difusion y sensibilizacion sobre el tema que ella aporta, es un deroche de energia increíble, por ejemplo, cuando veo llegar a algun jefe de Estado en “limusina” el estomago se me pone del reves.
Pero, amigos y amigas, que no nos pase con esto lo que con frecuencia pasa con la solidaridad, cuantas veces hemos oido o me atreveria a decir, hemos dicho ¿por qué voy a dar para un proyecto para el tercer mundo si en mi ciudad hay gente pasando calamidades? y ni se hace una cosa ni la otra ¿verdad? Escusas diria yo. Quiero decir con esto que estoy convencida, que cada uno de nosotros y nosotras, poco a poco, mucho podemos hacer. Seguro que, lo primero, es cambiar de actitud. Dejar de pensar que lo que estamos sufriendo es un efecto dominó multilateral y que nosotros no hemos empujado la primera ficha de ningún lado. Somos una ficha más, es verdad. Pero si nos quitamos de la fila, el efecto queda sin efecto o lo disminuye. Cambiar de actitud ante las autoridades responsables de llevar adelante políticas sostenibles a nivel local, en cada Ayuntamiento, por pequeño que sea, en cada Comunidad Autónoma, cualquiera que sean los colores políticos de sus gobiernos.
Y como ciudadanos y ciudadana, como personas, como habitantes de esta casa de todos, la lucha contra el cambio climático es cosa de todos y todas. He recogido algunas actividades que podemos realizar sin mayores problemas. Quizás sea nuestro principal aporte, más allá de las ideas. Y no estar solamente a la espera que muevan ficha los demás, quienes quieran que sean ellos.
Podemos reducir la potencia de la calefacción. Bajando la temperatura sólo 1°C podemos reducir la factura entre un 5 y un 10% y evitar hasta 300 kg de emisiones de C02 por hogar y año. Programar el termostato para que, durante la noche o cuando no estamos en casa, baje la temperatura, y cuando nos despertemos o regresemos a casa la temperatura sea agradable de nuevo. Esto reducirá la factura entre un 7 y un 15%. Apagar las luces cuando no las necesitamos. Apagar 5 luces en pasillos y habitaciones, puede suponer un ahorro de 60 € al año y puede evitar unas emisiones anuales de 400 kg. de CO2. Podemos utiliza bombillas de bajo consumo. Una sola de ellas puede reducir hasta 60 € los gastos de electricidad y evitar unas emisiones anuales de 400kg de CO2. No dejar los aparatos eléctricos en modo stand-by (espera). Utiliza la función on/off del propio aparato.
Llevar los envases de vidrio usados al contenedor y separar el papel y el cartón, el plástico y las latas del resto de la basura. Reciclar una lata de aluminio puede ahorrar un 90% de la energía necesaria para hacer una nueva. Esto supone... ¡9 kg. de emisiones de CO2 por cada kilogramo de aluminio! Por cada kg. de plástico reciclado, el ahorro es de 1,5 kg. de emisiones de CO2; por cada kg. de cristal reciclado, el ahorro es de 300 gr. de emisiones de CO2; y reciclar 1 kg. de papel en lugar de llevarlo al vertedero evita 900 gr. de emisiones de CO2, además de emisiones de metano.
Probar alguna de las siguientes alternativas para ir al trabajo: compartir un coche entre varios compañeros, utilizar el transporte público, caminar o ir en bici,... Por cada litro de combustible que quema el motor de un coche, se libera una media de 2,5 kg. de CO2. Evitar los trayectos en coche cuando se trate de distancias cortas, porque el consumo de combustible y las emisiones de CO2 son muchísimo más altas cuando el motor está todavía frío. Los estudios demuestran que uno de cada dos trayectos urbanos en coche es de menos de tres kilómetros, una distancia que se puede recorrer fácilmente en bicicleta o a pie.
Tomemos nota si podemos… después de todo, este mundo, es la casa de todos, la nuestra, empecemos nosotros a cuidarla, pues, no se aceptan cambios de domicilio.

Un saludo
Gloria calero

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