viernes, 29 de enero de 2010

A MIGUEL HERNANDEZ asesinado en los presidios de España


Estimados amigos y amigas:
Os dejo con este maravilloso poema que escribió, tras su muerte, su gran amigo Pablo Neruda, poema que traslada con claridad el dolor por la perdida de su amigo.


LLEGASTE a mí directamente del Levante. Me traías,
pastor de cabras, tu inocencia arrugada,
la escolástica de viejas páginas, un olor
a Fray Luis, a azahares, al estiércol quemado
sobre los montes, y en tu máscara
la aspereza cereal de la avena segada
y una miel que medía la tierra con tus ojos.
También el ruiseñor en tu boca traías.
Un ruiseñor manchado de naranjas, un hilo
de incorruptible canto, de fuerza deshojada.
Ay, muchacho, en la luz sobrevino la pólvora
y tú, con ruiseñor y con fusil, andando
bajo la luna y bajo el sol de la batalla.
Ya sabes, hijo mío, cuánto no pude hacer, ya sabes
que para mí, de toda la poesía, tú eras el fuego
azul.
Hoy sobre la tierra pongo mi rostro y te escucho,
te escucho, sangre, música, panal agonizante.
No he visto deslumbradora raza como la tuya,
ni raíces tan duras, ni manos de soldado,
ni he visto nada vivo como tu corazón
quemándose en la púrpura de mi propia bandera.
Joven eterno, vives, comunero de antaño,
inundado por gérmenes de trigo y primavera,
arrugado y oscuro como el metal innato,
esperando el minuto que eleve tu armadura.
No estoy solo desde que has muerto. Estoy con los que
te buscan.
Estoy con los que un día llegarán a vengarte.
Tú reconocerás mis pasos entre aquellos
que se despeñarán sobre el pecho de España
aplastando a Caín para que nos devuelva
los rostros enterrados.
Que sepan los que te mataron que pagarán con sangre.
Que sepan los que te dieron tormento que me verán
un día.
Que sepan los malditos que hoy incluyen tu nombre
en sus libros, los Dámasos, los Gerardos, los hijos
de perra, silenciosos cómplices del verdugo,
que no será borrado tu martirio, y tu muerte
caerá sobre toda su luna de cobardes.
Y a los que te negaron en su laurel podrido,
en tierra americana, el espacio que cubres
con tu fluvial corona de rayo desangrado,
déjame darles yo el desdeñoso olvido
porque a mí me quisieron mutilar con tu ausencia.
Miguel, lejos de la prisión de Osuna, lejos
de la crueldad, Mao Tse-tung dirige
tu poesía despedazada en el combate
hacia nuestra victoria.
Y Praga rumorosa
construyendo la dulce colmena que cantaste,
Hungría verde limpia sus graneros
y baila junto al río que despertó del sueño.
Y de Varsovia sube la sirena desnuda
que edifica mostrando su cristalina espada.
Y más allá la tierra se agiganta,
la tierra
que visitó tu canto, y el acero
que defendió tu patria están seguros,
acrecentados sobre la firmeza
de Stalin y sus hijos.
Ya se acerca
la luz a tu morada.
Miguel de España, estrella
de tierras arrasadas, no te olvido, hijo mío,
no te olvido, hijo mío!
Pero aprendí la vida
con tu muerte: mis ojos se velaron apenas,
y encontré en mí no el llanto,
sino las armas
inexorables!
Espéralas! Espérame!

PABLO NERUDA


SER FELICES.
Gloria Calero

4 comentarios:

Alejo Rico desde Alicante dijo...

"Que sepan los malditos que hoy incluyen tu nombre
en sus libros, los Dámasos, los Gerardos, los hijos
de perra, silenciosos cómplices del verdugo,
que no será borrado tu martirio, y tu muerte
caerá sobre toda su luna de cobardes".
Que sepan los malditos de hoy que no será borrado su martirio y su muerte caerá sobre toda su luna de cobartes. Porque los de ayer, son los mismos que hoy, sólo han cambiado un poco de trajes y de formas de ajusticiar. Pero siguen persiguiendo a los Migueles que en política, en cultura, en sociedad, luchan por mantener en pie los mismos valores, aunque no sean asesinados en los presidios de España.
La felicito por la elección del poema, había leído frases sueltas, pero leerlo completo, nos completa no sólo el sentimiento de un amigo, sino el estilo y la cara del enemigo.

Eusebio Galles Minar dijo...

Las coincidencias ideológicas, estéticas y personales entre Miguel Hernández y Pablo Neruda se inician una noche en el Madrid de 1934 en la que, según dijera Miguel "Nos enfrentamos por primera vez, él con polvo en la frente y en los talones de la India, yo con tierra de barbecho en las costuras de los pantalones. Y me sentí compañero entrañable suyo desde los primeros momentos", y ,atravesando el tiempo y la muerte, seguirán existiendo, tras la desaparición física de Miguel, hasta el final de la vida de Pablo Neruda.

El deslumbramiento de Miguel ante la novedosa concepción de la poesía de Pablo se manifiesta en su Oda entre sangre y vino a Pablo Neruda, y su consideración de compañero y hermano son evidentes en la dedicatoria de su libro El hombre acecha y en el poema Llamo a los poetas incluido en este libro. Eusebio Galles Minar

María C.Oteisa Alves dijo...

Una poesía impura como un traje, como un cuerpo, con manchas de nutrición, y actitudes vergonzantes, con arrugas, observaciones, sueños, vigilias, profecías, declaraciones de amor y de odio, bestias, sacudidas, idilios, creencias políticas, negaciones, dudas, afirmaciones, impuestos."
Miguel Hernández

Saludos María C.Oteisa Alves

Juan Guerra Martinez dijo...

La oposición entre las ideas de Juan Ramón y las defendidas por Neruda, dieron lugar a en unas acerbas criticas a su obra y a su persona, de la que llego a afirmar :"Siempre tuve a Pablo Neruda por un gran poeta, un gran mal poeta, un gran poeta de la desorganización; el poeta dotado que no acaba de comprender ni explotar sus dotes naturales

Ante las opiniones de Juan Ramón,
en cambio Hernández veía un cosmos
en ese caos, la posibilidad de la luz en medio del barro.
Un saludo cordial.

Juan Guerra Martinez