jueves, 11 de marzo de 2010

11M




Que el silencio, el recogimiento y en mi caso la austeridad en las palabras, sea el más digno homenaje a las víctimas del terrorismo, hoy 11 de marzo, cuando vuelven desde el recuerdo, las imágenes de lo absurdo e irracional de la violencia en cualquiera de sus formas.

1 comentario:

Mike Olmos Llull dijo...

Seis años ya desde aquel 11-M en que la bestia encendió las bombas que estallaron en los trenes y que segaron la vida de 191 personas, dejaron heridas a cientos, y conmocionadas a millones.

Desde entonces le doy vueltas a la etimología de la palabra casualidad. En latín accidens, de donde viene accidente, algo casual, como un cúmulo de circunstancias que coinciden en el tiempo, ya sea para bien o para mal.

Las circunstancias accidentales que parieron aquel 11-M son un claro caso de mala suerte. Como las conjunciones astrales perversas de las que hablan los charlatanes de la astrología.

Mala suerte, como la de tener de capo del terrorismo internacional a un millonario y psicópata talibán islámico que envía a sus cruzados (bueno, lunáticos, pues llevan una media luna, y no la cruz en el pecho) a conquistar el mundo, imitando a aquellos Papas genocidas que promovieron las cruzadas.
Saludos.

Mike Olmos Llull