LA RESPUESTA DE UN SABIO

Estimados amigos y amigas:
Esta semana pasada, hemos vivido, por un lado la fiesta de recibimiento de los chicos del Mundial, donde hemos recuperado una alegría, optimismo y fuerza “necesaria”. Del Bosque responsable del triunfo de la roja, ha dicho: España se merecía "todo esto, el triunfo va más allá de lo deportivo”. "Todos los pueblos de España nos han apoyado mucho”, reflejando con simples palabras ese movimiento masivo que afirmaba y repetía que podíamos hasta que realmente pudimos.

Y por otro, el Debate del Estado de la Nación, donde Zapatero, responsable de las medidas adoptadas para salir de la crisis, cerró su discurso diciendo: “Siempre hemos salido adelante. Por ello, la confianza en nosotros mismos no es una cuestión de fe, es una cuestión de memoria. Ahora nos encontramos ante uno de esos retos difíciles, ante otro desafío colectivo. Es el momento de dar un nuevo paso al frente, de mirar con determinación hacia el futuro que queremos, para nosotros y nuestros hijos. Cada uno desde su responsabilidad, y con el concurso de todos”.

Dos escenarios distintos, pero exigieron y exigen esfuerzo, trabajo en equipo, valores, conciencia de nuestras responsabilidades y, sobre todo, creer que podemos.
Por eso, amigos y amigas, he encontrado este relato que les dejo para el fin de semana y que hace referencia a una frase de Albert Einstein, espero que sea un motivo más para reflexionar y sacarnos de encima, de encima de los hombros, de la mente, del ambiente, del discurso cotidiano, a todos aquellos que nos niegan o dificultan lo que tanto necesitamos, poder. Poder hacerlo.

Dos niños patinaban en un lago congelado de Alemania. Era una tarde nublada y fría. Los niños jugaban despreocupados.
De repente, el hielo se quebró y uno de los niños se cayó, quedando preso en la grieta de hielo.
El otro viendo a su amigo preso y congelándose, tomó un patín y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas hasta por fin conseguir quebrarlo y liberar al amigo.
Cuando los bomberos llegaron y vieron lo que había pasado, preguntaron al niño: ¿Cómo conseguiste hacer eso? Es imposible que consiguieras partir el hielo, siendo tan pequeño y con tan poca fuerza.
En ese memento el sabio Albert Einstein, que pasaba por allí, comentó: Yo sé cómo lo hizo.
¿Cómo? Le preguntaron a coro todos los presentes.
Es sencillo, respondió Einstein, no había nadie para decirle que no era capaz.
Y si me permitís yo añadiría…ni echarle la culpa.

Buen fin de semana, ser felices
Gloria Calero