domingo, 19 de septiembre de 2010

¿AZAFATAS EN LOS HOSPITALES?. CAMPS REPARA FACHADAS MIESTRAS LA ESTRUCTURA SE HUNDE.



Estimados amigos y amigas:
Hace 15 días, nada más, la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp) en su último informe sobre Los servicios sanitarios de las comunidades autónomas 2010, la Comunidad Valencià es la comunidad autónoma que más desatiende su sistema sanitario. La sanidad valenciana no sólo aparece en el último puesto del ranking autonómico este año. Desde 2004, cuando la Fadsp empezó a realizar estos estudios de seguimiento, año tras año ha cerrado esta clasificación y se basa en variables reales como el gasto per cápita que se le dedica, el número de camas que se disponen por cada 1.000 habitantes, el número de profesionales que trabajan en la sanidad pública, el grado de satisfacción de los pacientes, el estado de las listas de espera, entre otros y ¿este mal que se esta haciendo crónico, lo quieren solucionar con azafatas? NO ME HAGAN REIR o mejor dicho LLORAR.
Amigos y amigas, saben que me dedico a la sanidad como profesión, llevo desde los 19 años trabajando en hospitales publicos, me gusta, la siento y disfruto haciendo lo que hago, la conozco casi mejor que mi casa y les digo que en estos momentos funciona gracias a la vocación de servicio de quienes formamos parte de este Sistema de Salud publico que tanto nos costo encontrar y no por los aportes o preocupaciones del PP en la materia. Su ideologia o mejor dicho “los amigotes” que le estaran presionando, nos estan llevando en un tema tan esencial como nuestra salud, a manos privadas, donde se atienden bien a los que bienes de sobra tienen.
En la actualidad en la sanidad publica no se contrata personal sanitario, las jubilaciones se estan amortizando, hay verdaderos problemas para introducir nuevas tecnologias, hay masificacion en los centros de salud con sus largas listas de espera, masificacion en todas las puertas de urgencias, no se paga a provedores… pero salen con la ocurrencia de las AZAFATAS, ellos como toda la vida, lo llevan en los genes, cuidar las apariencias, que la fachada quede bien aunque el edificio amenace ruinas.
SIETE MILLONES DE EUROS para informar a los pacientes y a los acompañantes que se encuentren en las salas de Urgencias de los hospitales sobre la localización del enfermo, tiempos de espera o nombre del médico responsable. Curiosamente también, el pliego de condiciones recoge una relación de funciones que, por contra, no corresponden al personal de los puntos de información y entre las que se especifican cometidos como el de "regar las plantas, llamar a ambulancias, entregar material sanitario o calentar biberones". Y como si este disparate, para cualquier área de un hospital, no fuera de por sí un desatino, ubicarlo en Urgencias, el área más sensible, crítica y que requiere de una capacidad médica, humana y psicológicas especiales, es ya un acto que me supera todo lo posible de creer, pero debo creerlo, pues del PP se puede esperar cualquier cosa, esto también.
El Conseller Cervera, Conseller de sanidad, licenciado en medicina y especialista en oftalmología esta cegado, ha perdido la visión de la realidad y cuyo juramento hipocrático habrá olvidado en el cajón de los intereses que nada tienen que ver con el derecho a la salud y a una atención sanitaria de calidad.
Si tiene siete millones de euros para que alguna empresa ¿amiga? se beneficie, ¿por que no lo invierte directamente en nuestro sistema publico de salud? ¿se hacen una idea de los médicos, enfermeras, auxiliares, técnicos, personal administrativo, celadores… se pueden contratar con ese dinero? Para aumentar la calidad de la atención primaria, la cirugía de corta estancia, la atención de crónicos, de los enfermos mentales, de la atención domiciliaria…
Si no fuera porque, tristemente, aquí está nada menos que en juego la salud, el dolor, el sufrimiento, la enfermedad, con o sin remedio, de miles de personas que tienen pleno derecho a este derecho pleno, sería para reírnos de una administración que se nos ríe en la cara. Pero no, si con algo no se puede ni esbozar una sonrisa, a pesar de la embriaguez política de estos personajes, es con el dolor ajeno. Y el hospital, desgraciadamente, es la sede del dolor, también de muchas alegrías, pero el dolor que duele hasta el final de los días de un ser humano está allí, no para ser ni disimulado ni maquillado con azafatas, a la luz de los datos de las carencias esenciales, con una actitud propia de un desequilibrio demagógico cruel y un desvarío político inhumano, que tiene un solo responsable: La política de degradación permanente de la sanidad pública en manos del PP y la derecha.

Un saludo
Gloria Calero

9 comentarios:

Alejo Rico desde Alicante dijo...

Tremendo articulo Gloria que duele y causa verguenza leerlo. Y lo peor de todo, que no se lo puede discutir. Pues es todo verdad, no es una interpretacion suya, es una realidad en la mente del PP y que pondra en marcha, si no salen voces que reaccionen a semejante irracionalidad.

Anónimo dijo...

Hola Gloria,los informes sobre la sanidad en la comunidad valenciana son tan deplorables,que son para llorar es tan tragica la situacion que lo de las azafatas se parece a un chiste.Tenemos una situacion tan tragica en la sanidad y en la educacion(han suprimido miles de maestros de primaria)que deberiamos poner una denuncia todos los ciudadanos en el juzgado a Camps y su equipo por quitarnos lo poco que habia del estado del bienestar(tampoco cumplen con la ley de dependencia).Me doy cuenta Gloria que cuando alguien de izquierdas señala la luna,algunos nececios solo miran el dedo.Que lastima.Javier

Jordi Valls Esevez dijo...

Los diputados socialistas perderán esta tarde otra oportunidad de predicar con el ejemplo. Lo harán cuando pacten con el representante de UPN una enmienda para que su exigencia de retirar los anuncios de prostitución de la prensa se quede en otra recomendación a los medios para que renuncien voluntariamente a eliminarlos.

Hace ya más de tres años que el Congreso, por unanimidad, recomendó a los editores limpiar sus páginas de una publicidad que denigra a la mujer, al promocionar una actividad denunciada por la ONU como la última forma de esclavitud vigente. Los hechos demuestran que la autorregulación no es el camino: los tres diarios nacionales de mayor tirada siguen publicitando en sus páginas anuncios de sexo de pago, al tiempo que dedican sesudos editoriales contra la explotación de las personas y los ataques a los derechos humanos.
saludos

Jordi Valls Esevez

Juan Martín Cáceres dijo...

El Gobierno se debate en la espinosa cuestión de molestar a los editores o ser coherente consigo mismo. Es el mismo Ejecutivo que instauró la paridad, aprobó la Ley contra la Violencia de Género o implementó un plan integral contra la Trata de Mujeres que incluye (otra vez) la manida recomendación a los medios para que eliminen los anuncios de prostitución. Ahora espera un informe del Consejo de Estado para saber qué mecanismos legales le permitirían obligar a los diarios a renunciar a esa publicidad. Entretanto, no quiere que UPN se lleve el mérito de liderar una iniciativa parlamentaria sobre un asunto del que ha hecho bandera. Pero esa mezquindad parlamentaria supondrá otra oportunidad perdida.

No busquen disculpas legislativas. Ya hay suficientes leyes en vigor para prohibir esos anuncios. Es evidente que el momento político no es propicio para poner a algunos medios en contra, pero no ha mostrado tanto tiento el Gobierno a la hora de enfrentarse a los funcionarios, a los pensionistas o a los sindicatos. Se trata de pura voluntad política para poner los principios por delante de los intereses.
saludos

Juan Martín Cáceres

Ines Fábre López dijo...

Qué tiempos, apenas anteayer, en que los emplumados cavernarios ponían a los sindicatos de cobardes, gallinas y capitanes de las sardinas por no montarle una parda a Zapatero. Ahora que les han hecho caso, se ponen al otro lado de la barricada. “Dos de cada tres trabajadores no harán huelga”, profetiza en primera La Razón, dando por verdad verdadera los datos de una escopeta de feria demoscópica llamada NC Report. El editorialista, que está que se lo guisa y se se lo come, sentencia: “Los abrumadores resultados constatan que este país no está para paros masivos ni parece dispuesto a movilizarse tras unas organizaciones discutidas y en una deriva de pérdida de prestigio social muy preocupante para su futuro”.

Como había que añadir algo más al perol, César Vidal se adentra en la cocina y vierte su ponzoña: “Los sindicatos no pasan de ser una parte de la administración estatal, profundamente ideologizada y costosísima, es decir, los sindicatos verticales de la época de Franco, pero con muchos más pesebres y costando muchísimo más”.
Ines Fábre López

Elena Santos Cune dijo...

Dos años después del fin de Lehman Brothers, aún no sabemos cuánto nos va a costar el rescate a los bancos y cajas españoles. Ya llevamos gastados unos 12.000 millones de euros y, desde el Gobierno, calculan que la factura final rondará los 30.000. Es lo que cuesta salvar al sistema financiero patrio de las secuelas de la crisis internacional y, en mayor medida, de sus excesos durante la burbuja inmobiliaria. Por si acaso, el fondo de rescate español, el FROB, está presupuestado con un máximo de 99.000 millones, no vaya a ser que esa banca pase hambre.

Es fácil perderse con tanto cero. Pero 30.000 millones de euros, para los de letras, es cerca del 3% del PIB español. Es el doble del tijeretazo del déficit. Es casi ocho veces el recorte del sueldo a los funcionarios. Es 20 veces el ajuste de las pensiones. O es 50 veces lo que cuesta el plan de rescate para los parados de larga duración

saludos

Elena Santos Cune

Vicente de la Prada Coixet dijo...

30.000 millones de euros en un país destrozado por la crisis es un inmenso montón de razones para que los responsables de esos bancos y cajas a los que ha salvado de sus errores el dinero de todos se escondan en una cueva y no salgan de allí hasta que se olvide su vergüenza. Pues no. Aún nos dan lecciones. Ayer, con el desparpajo habitual del sector, el director general de la Fundación de las Cajas de Ahorro, Victorio Valle, calificó de “imbecilidad” la propuesta de esa mínima tasa a las transacciones financieras que respaldan algunos países de la Unión Europea y que pidió el lunes en la ONU Zapatero. Una imbecilidad, es decir, algo propio de imbéciles. Y tiene razón. Somos imbéciles, completa, absoluta y rematadamente imbéciles, si toleramos que el mismo sector financiero que hundió el planeta se vaya de rositas y encima nos insulte.
Vicente de la Prada Coixet

Martin Ojea López dijo...

En Madrid, la capital europea de las cacas de perros en las aceras, oficia de concejala de Medio Ambiente Ana Botella, muy preocupada por la limpieza del centro de la ciudad, y lo que puedan ver las suegras de los turistas, donde “los sin hogar son una dificultad añadida para mantener la limpieza.”

No se le puede pedir más. Ella sólo es concejala de Medio Ambiente. El guarro es el concejal de la otra mitad del Ambiente, al que le corresponde velar por el bienestar y la salud física y mental de los mendigos.

saludos Martin Ojea López

Ana Suvirats dijo...

Para varias generaciones de españoles, más aún para las mujeres, la socialdemocracia sueca se acercaba bastante a la idea que teníamos del paraíso terrenal. En las décadas finales del pasado siglo, los nórdicos fueron nuestro punto de referencia. Poseían casi todo. Cultural y económicamente ricos, políticamente estables y socialmente avanzados. A cambio de tanto bienestar, nos parecía razonable que los contribuyentes pagaran muchos impuestos. El único inconveniente para nosotros, los latinos, es que tenían una temperatura y un carácter demasiado fríos, aunque compensaban su frialdad con la belleza del paisaje y una serie de ventajas envidiables en materia de sanidad, educación, jubilación y derechos igualitarios entre hombres y mujeres. El desconcierto llegó con los primeros datos estadísticos que denunciaban un elevado índice de suicidios. La exitosa novela escandinava, cuyos argumentos incluían tramas negras de organizaciones nazis y malos tratos hacia las mujeres, nos abrió los ojos.
Ana Suvirats
Barcelona