jueves, 24 de marzo de 2011

LA DIMISION DE JOSE SOCRATES












Jose Socrates Primer Ministro de nuestro País vecino, Portugal, ha dimitido tras el rechazo de la oposicion, la derecha portuguesa, del plan de austeridad propuesto para evitar una intervencion externa.
La oposición, segura que en estos momentos lo estara celebrando, pero ¿y ahora qué? no sé si se lo estarán preguntando los portugueses, los demás países europeos, el Fondo Monetario o el Banco Mundial, lo que estoy segura es que la oposicion con una irresponsabilidad extrema no lo ha hecho.
Estoy convencida que ha sido un monumental acto de irresponsabilidad política por parte de la oposición portuguesa, que anteponiendo sus aspiraciones partidistas pone a todo un país nuevamente en el centro de la crisis economica aumentada ahora por la crisis politica, ¿aumentara la confianza de los inversores? ¿aumentara la confianza y el prestigio nacional? Estas preguntas se las tenian que haber hecho la derecha portuguesa pero ante una oposicion irresponsable estas cuestiones no cuentan, no importan, no existen.
Esto era y es, lo que la derecha española, el PP de Rajoy y Aznar quieren a toda costa, aunque sea a costa de España, como ha hecho la oposición portuguesa con Portugal, que Zapatero nos hubiera dejado en mitad de la carrera. Que se fuera. Que renunciara. Como si el abandono de un Jefe de Estado, en medio de una crisis, no agrabara la crisis como estoy segura que pasara en Portugal.
La irresponsabilidad política puede generar verdaderas tragedias por el afán electoral o las ansias desesperadas de poder, sin medir las consecuencias. Quizás hoy podamos valorar mejor, desde una mejor perspectiva, cómo Zapatero ha pilotado y conduce la situación española, a pesar que los dientes afilados de la derecha siguen sedientos de sangre. Hoy mismo, este miércoles, Rajoy en la sesión de control del Gobierno, volvió a repetir que el problema de España era Zapatero. Les soy sincera, ojala fuera así, no sería un problema grave. La honestidad y transparencia de este Gobierno ya lo habría solucionado a petición propia del Presidente. Pero no es así… como no lo era Sócrates en Portugal.
Quizás hoy algunos lo festejen en Portugal. Yo, si tuviese el poder, expulsaría a todos los legisladores que construyeron esta maniobra destructiva en una situación internacional tan delicada, sin importarle otra cuestión, que la cuestión propia. Quizás dentro de unas horas, muchos menos lo festejen. Y lo peor, con el paso de los dias todos lamentaran lo que hoy ha pasado, porque mañana la situacion portuguesa no va a ser igual, va a ser PEOR.
Un fuerte abrazo y mi más amplia solidaridad con el pueblo portugués, tanto como el repudio a la irresponsabilidad política, cualquiera sea su ideología, de quienes forzaron la renuncia del ya ex Primer Ministro José Sócrates.

Gloria Calero

2 comentarios:

Isabel Gascón dijo...

De no ser porque lo exige la escenografía de los mítines, las organizaciones juveniles de los dos grandes partidos serían innecesarias. Su papel se reduce a situar a sus afiliados más entusiastas tras el líder correspondiente, y a agitar a intervalos regulares un mar de banderolas. Son jóvenes muy concienciados de su papel de figurantes, y así son considerados por sus formaciones, aunque se les asigne algún puesto en las respectivas direcciones para que puedan practicar el noble arte del asentimiento. Encontrar hoy día en estas incubadoras de políticos atisbos de rebeldía o contradicción con las doctrinas oficiales de sus partidos nodriza es más difícil que hallar vida en Mercurio.

Nuevas Generaciones podría ser considerada un ente clandestino, y si sabemos de su existencia es porque su presidente, Nacho Uriarte, se bebió un gin tonic de más en su despedida de soltero, y por aquel videojuego suyo en el que la catalana Sánchez Camacho freía a inmigrantes e independentistas. Para dar ejemplo de participación política, Uriarte ha estado dos años sin reunir a su directiva. En febrero lo hizo para convocar el congreso que ha de relevarle en abril, ya que existía el riesgo de que, por edad, le sorprendiera la jubilación. Según los Estatutos tocaba en 2009 salvo que las circunstancias lo impidieran. Y parece que lo impidieron.

La dos grandes propuestas de los cachorros del PP es ampliar a 29 años la edad para afiliarse –Uriarte cumple en agosto 31- y permitir que la militancia de extranjeros, pero sólo los legales. Está bien tener las cosas claras. Hace tres años le pregunté a Uriarte si se podía ser republicano y del PP y me dijo que creía que sí, aunque sin mucho convencimiento.

En NNGG no caben sorpresas. Se sabe ya que la nueva presidenta será Beatriz Jurado, tan conocida por las bases que ha tenido que hacer una gira para presentarse. Eso si no triunfa la campaña de los ultracatólicos de HazteOir, que le han puesto una cruz a la criatura por defender el aborto en el caso de malformaciones del feto o cuando peligre la vida de la madre. Hay que apoyar a Jurado por revolucionaria.
Saludos.
Isabel Gascón

Carlos O. Campos dijo...

Que una iniciativa concite el apoyo casi unánime del Congreso constituye un acontecimiento insólito en la política española. Esa circunstancia le añade, si cabe, una mayor fuerza de legitimación, sobre todo cuando se debate algo tan delicado como la participación en una operación militar en torno a cuya necesidad existen argumentos sólidos a favor y en contra. La práctica totalidad de los diputados ha considerado que, con independencia de discusiones sobre la doble vara de medir de los aliados (que existe) o los intereses petrolíferos (que los hay), urge proteger a una parte del pueblo libio de la furia vengativa del déspota contra el que ha osado rebelarse. Abandonar a su suerte a los sublevados no sólo permitiría la consumación de una carnicería, sino que tendría consecuencias nefastas para otras rebeliones que tienen lugar en el mundo árabe. A diferencia de Irak, esta intervención tiene el aval de la ONU, institución que, pese a sus evidentes carencias democráticas, es hoy el único foro reconocido por la comunidad internacional.

Es lógico que este asunto provoque tensiones en la izquierda española, antibelicista y con una vieja cultura de reflexión moral. Virtudes que la derecha pretende convertir en defectos, intentando vejar a Zapatero y a aquellos activistas del No a la Guerra que protestaron contra la guerra ilegal de Irak y que ahora comprenden la intervención en Libia. Y mofándose al mismo tiempo de los grupos opuestos a la operación. Ahora bien, Zapatero cometería un error si interpretase la votación del Congreso como un cheque en blanco y eludiera su responsabilidad de velar por que la misión se ajuste a los principios, en teoría humanitarios, que la inspiraron.
saludos Gloria.

Carlos O. Campos