jueves, 23 de junio de 2011

AMARAL CONTRA RUBALCABA. FUERA DE TODA LOGICA

Estimados amigos y amigas:
No puedo entender la reacción, creo desmedida, de Juan Aguirre del grupo Amaral por un hecho que podemos denominar anecdótico, viniendo de la personalidad del Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que con gran ironía definió con la frase de una canción de Amaral “sin ti no soy nada” toda una realidad, sin que esto signifique una manipulación o utilización ideológica y mucho menos apropiación indebida de los derechos de autor. Sin embargo, ha generado una reacción de Juan Aguirre, fuera de toda lógica y que además se contradice en sí misma. Afirma con rotundidad que “sus canciones son de todos”, pero al utilizarla Rubalcaba y a tenor de su reacción, dejó claro que NO, quizás motivado por el título de su próximo disco que se llamará 'Hacia lo Salvaje', y creo que en ese sentido y sin mayor razón espetó: "Mira amigo, no me toques los huevos, las canciones son de todos" y otras descalificaciones de índole político.

No logro calificar el delito de Rubalcaba para generar semejante reacción de Amaral, pero sí me atrevo a contextualizar el grosero “no me toques los huevos”, de Juan Aguirre en este clima generalizado de irritación desbocada que ya no se mide ni menos se evalúa lo que se dice.

Será quizás la decadencia del imperio lingüístico, que suele anticipar la decadencia de la nación, de los valores, del respeto y la prudencia, de la mesura y el buen tono… y hasta de la relajación y el buen humor. Hay un estado de irritación, de alteración del ritmo cardiaco u hormonal, de la circulación de las neuronas o quizás del cambio climático para explicarme lo inexplicable, que lleva a una creciente porción de la sociedad a reaccionar con estallidos, a utilizar el insulto creciente y cuanto más agresivo pareciera que más exitoso… un conjunto de protestas que toman la parte por el todo, que generalizan y desprestigian, que maltratan y acusan indiscriminadamente que nos lleva a paso lento pero seguro hacia la disgregación social, al todos contra todos, al quiebre de las murallas contenedoras de los ataques de la barbarie, “hacia lo salvaje”, parafraseando a Amaral, a la espera que no se enfaden conmigo, murallas que son nada más ni nada menos que el respeto, la prudencia, el medir las palabras y las acciones.

Hay motivos para el nerviosismo, pero nada aporta que se multiplique, sobre todo quienes se dicen progresistas e intelectuales, artistas de la cultura, que sumen con su “tocar de huevos”, más presión y crispación, en este caso totalmente injustificada, al clima general ya existente en esta sociedad que debería respirar profundamente y pensar más de una vez lo que dice y hace, pues las consecuencias, queridas o no, las terminaremos pagando todos, queramos o no.

Un saludo
Gloria Calero

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