miércoles, 1 de junio de 2011

LA DERECHA ENVALENTONADA.



Estimados amigos y amigas:
Tan solo ha transcurrido una semana desde las ultimas elecciones y ya la derecha española comienza a dar muestras de lo que es, la derecha de siempre, y eso que aun no han alcanzado el objetivo final, que espero no alcancen, LA MONCLOA.
Ya se le comienza a ver las orejas al lobo, como en la fabula, ese lobo feroz y cavernícola que llevan dentro.
Les tengo que decir que creo poco en las casualidades, por eso…

NO ES CASUAL que casi a la firma del acuerdo de la Reforma Laboral entre Sindicatos y Empresarios que llevan trabajando meses, este a punto de romperse ese acuerdo. ¿Qué ha cambiado de un día para otro para que la Patronal lleve otro documento distinto a debate? LA DERECHA ENVALENTONADA que hace, que los empresarios hayan endurecido sus posturas y pretensiones a la espera de tiempos mas ventajosos para ellos. Ahí están las orejas del lobo.

NO ES CASUAL que a la semana de las elecciones el gobierno de Camps envalentonado, haya anunciado “que retira la línea en valenciano de los planes educativos, del copago en Sanidad y Educación o de la limitación de convocatoria de nuevas plazas (en general)”. Aquí ya no solo se ven las orejas al lobo, se empieza a ver toda la cabeza.

Y… NO ES CASUAL la publicación de los primeros 25 tomos del Diccionario Biográfico Español, un monumental proyecto de la Academia de Historia, un bastión intelectual en manos de la derecha política ENVALENTONADA.
En él, con una espeluznante impunidad intelectual se describe a Franco como un

“líder inteligente y moderado y un hombre valeroso y católico. Montó un régimen autoritario pero no totalitario, ya que las fuerzas políticas que le apoyaban, Falange, Tradicionalismo y Derecha, quedaron unificadas en un movimiento y sometidas al Estado”.

En ningún momento se califica de dictador, si los dejamos reescribirán la historia a su modo.
No es casual, semejante manipulación de la historia, que pone, a los republicanos y a la izquierda en general en el ámbito de lo demoníaco. El biógrafo seleccionado por José María Aznar y Esperanza Aguirre, mentores del proyecto en su época de gobierno, con una inversión (dinero de todos) de 6 millones de euros, es un tal Luis Suárez, que además de “historiador”, está vinculado a la Fundación Francisco Franco y es Presidente de la Hermandad del Valle de los Caídos (como ellos actúan, entre amigos del alma).

Ya no son las orejas, ni la cabeza, es el lobo entero, vivito y coleando, cuyos colmillos afilados después de estar escondido y mantenerlo a raya estos años de gobierno socialista, tiene más apetito que nunca y sediento de revancha.

Amigos y amigas esto es lo que creo, que NADA PASA POR CASUALIDAD, se lo hemos puesto en bandeja.

Un saludo
Gloria Calero

7 comentarios:

Martín Cáceres Loisi dijo...

El despido libre y gratuito, según denuncia Comisiones Obreras, es uno de los sueños que, entre otros, querría ver realizado algún día el presidente de la patronal madrileña, el boyante empresario Arturo Fernández, el mismo que pide la expulsión “urgente y definitiva” de los acampados en la Puerta del Sol. Mientras llega ese ansiado momento, la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) exige un contrato único con indemnización mínima en caso de despido y que los empresarios puedan modificar los convenios colectivos sin ninguna negociación ni control por parte de los trabajadores. Y no le vendría mal, para afrontar el absentismo laboral, que la Seguridad Social pague todos los gastos que genera un trabajador incapacitado temporalmente. Con este programa de máximos, el presidente de los empresarios de Madrid ha irrumpido, como un elefante en una cacharrería, en las negociaciones que mantienen los sindicatos y la CEOE.
La CEIM no está sola en sus pretensiones. David Taguas, exasesor de Zapatero y actual presidente de SEOPAN, la patronal de las grandes constructoras, defiende un nuevo modelo salarial ligado a la productividad. También el gobernador del Banco de España aporta su granito de arena exigiendo cambios urgentes en el marco laboral. Coinciden todos en afirmar que nuestras desorbitadas cifras de paro no disminuyen porque los empresarios españoles no contratan, debido a que los salarios son altos y los despidos más caros que en el resto de los países europeos. Han puesto a los sindicatos entre la espada y la pared. Esta vez no tienen más remedio que elegir la espada.
saludos

Martín Cáceres Loisi

Mar Mora Cosme dijo...

Sra Calero: he leído su artículo sobre la soberbia de la derecha.
¿Y la soberbia del PSOE que ha llevado adelante
una política de derecha dictada por la derecha
europea?
¿y la soberbia de Zapatero que no hace autocrítica a
la falta de repartición de los efectos de la crisis?
Aquí no se ha hecho más que política liberal, la misma que hubiera hecho el PP. política de castigar a los que
trabajamos con suba de impuestos, recortes de todo tipo. Etc.
¿Y a los ricos porque se los ha dejado intactos?

Los compromisos de los políticos con las
empresas de uno y otro lado son una vergUenza.

Saludos

Mar Mora Cosme

Jordi Cuvet dijo...

Después de la derrota electoral del 22 de mayo, el presidente Rodríguez Zapatero afirmó que los socialistas también saben perder. ¿Pero quién ha perdido? ¿Un determinado grupo político o los valores y las ideas de la izquierda? Situar bien esta cuestión resulta decisivo a la hora de interpretar el sentido de la expresión deportiva “saber perder”.

Si se trata sólo del PSOE, la derrota puede entenderse como la cara amarga del cumplimiento de una misión. Hace unos meses visitó España un asesor de Obama. En sus declaraciones defendió la necesidad de tomar medidas poco populares en nombre del sistema establecido. Si las medidas pasan una grave factura electoral, el daño de hoy se convierte paradójicamente en promesa de futuro, en posibilidad de regresar al Gobierno cuando el otro partido mayoritario sufra su desgaste. La derrota, así entendida, es uno de los papeles que deben cumplir las formaciones mayoritarias en un sistema bipartidista, planeado como un ejercicio de turnos en el que cambian los rostros para que todo siga más o menos igual.

Desde esta perspectiva, el PSOE ha sabido perder. Ha aplicado con mano dura la política económica impuesta por el neoliberalismo, asumiendo la responsabilidad de unas reformas que empobrecen la economía de los ciudadanos y degradan los derechos laborales. Se ha prestado a aparecer como único culpable de una crisis originada en realidad por la avaricia de los mercados financieros, las estrategias de los bancos y una ideología política que favorece la desregulación de la economía. Más que debilitar al Estado, la ideología neoliberal aplica toda la fuerza del Estado al servicio de las grandes empresas, como se demuestra cada vez que el director del Banco de España abre la boca. Cuando el PP gane las próximas elecciones, seguirá una política parecida, se desgastará, quizá no sepa perder, crispará de nuevo, pero los ciudadanos pasarán factura y habrá otro cambio de ciclo en la misma inercia social. La llamada razón de Estado no es más que la alianza de fondo con unos intereses concretos.

Si pensamos en los valores de la izquierda, el PSOE no está sabiendo perder. Ha pagado una factura que tiene más relación con la lógica del capitalismo europeo que con el pensamiento de muchos de sus votantes. Aceptar en público que no se puede hacer otra política se parece demasiado a admitir la inutilidad del PSOE o una utilidad sólo reducida a la sucesión de turnos en la farsa parlamentaria. La personalidad de un presidente define siempre un estado de ánimo democrático. Si los presidentes anteriores representaron el cinismo pragmático o la mentira institucionalizada, Zapatero encarna ahora el carácter modesto de la impotencia, la quiebra de la soberanía en una sociedad donde las decisiones políticas no dependen de los representantes de los ciudadanos, sino de las exigencias de los mercados.

Pero ¿es verdad que los gobernantes no pueden tomar otras direcciones? La respuesta nos conduce a una discusión que amplía mucho la semántica del saber perder y el saber ganar. Más allá de la lógica de los turnos, los militantes del PSOE deberían provocar un verdadero debate político si quieren dejar de ser meros cómplices de las decisiones de los bancos alemanes y del FMI. Por desgracia, las estrategias actuales de sus dirigentes no apuntan a eso. Los juegos de poder que se han desatado intentan cancelar una discusión real de futuro, desviar la inquietud de las bases con un falso congreso, unas primarias truncadas o un pacto entre barones. Las maniobras cardenalicias de Rubalcaba suponen la configuración de una estrategia electoral defensiva e interesada. Como ocurre con la economía capitalista, se busca salida por la derecha y se utilizan los miedos de la crisis para imponer más de lo mismo.

saludos Gloria.
Jordi Cuvet
Barcelona

Pere Vinet dijo...

Estimada Gloria:El problema no es el PP de toda la vida, ahora subido al
caballo de la victoria electoral, el problema es que el PP no haciendo nada ganó en todo el país.Porque quien se lo sirvió en bandeja no fuimos los ciudadanos, sino
el PSOE-
EL Psoe ha perdido a sus votantes.
Y una enorme responsabilidad es de éste gobierno,
digamos Zapatero-Salgado-Blanco- Rubalcaba-

No supieron como manejar la crisis.
Entonces lo que hay que pensar es en una profunda
autocrítica.
Sin esa autocrítica el PSoe va a serguir en un drenaje
de votantes.
Saludos Gloria.

Pere Vinet

Roma

Manuel Tovares dijo...

Hace unos días volví a Sol invitado por un amigo que se ocupa de la biblioteca infantil, la que está en la guardería, y aproveché para intentar aclarar uno de los episodios más oscuros de este movimiento. Me refiero a cuando la palabra “feminista” fue arrancada de una pancarta que acababa de ser colgada por un grupo de feministas en la ya famosa “fachada de Paz Vega”.



Este infame episodio, que revela más del talante de gran parte de los “indignados” que todos sus ambiguos lemas juntos, ocurrió del siguiente modo: varias mujeres, que muchos acreditan como miembros de la mítica Eskalera Karacola, empezaron a colgar un enorme lema que decía: “La revolución será feminista”. La plaza aplaudía entusiasmada cada vez que las mujeres, que treparon por el andamio, colgaban una nueva palabra: “La”, bieennnn, salva de aplausos, gran entusiasmo revolucionario; “revolución”, bieennnn, salva de aplausos, gran entusiasmo revolucionario, gritos de afirmación “esto es una revolución, sí”; “será”, bieennnn, salva de aplausos, gran entusiasmo revolucionario… “feminista”, shock, silencio incómodo, algunos aplausos indecisos, pero una gran parte de la plaza, según me cuentan, empieza a abuchear y a gritar contra la palabra “que no es nada revolucionaria” (¿¿!!). Las feministas que habían decidido exponer lo obvio (el feminismo como movimiento ha generado las más importantes revoluciones del pasado siglo) se quedan perplejas y se bajan algo desconcertadas.

Entonces un joven, un machista de mierda, se sube y arranca la palabra feminista de la pancarta ante el gran regocijo general. A continuación se dirige al público en la plaza y hace el gesto de un gorila golpeándose el pecho en clara referencia al macho dominante. La plaza le vitorea y ríe la gracia “revolucionaria”. Nadie se acuerda entonces del tan cacareado “consenso”.

Es curioso este interés de los “indignados” en no adherirse a ningún movimiento u organización, en no tener que explicar sus antecedentes, sus credenciales activistas. Yo creo que, sobre todo, se debe a que si las tuviesen que exponer nos enteraríamos de que el 99% de los entusiasmados revolucionario jamás han hecho nada más que plegarse al sistema (aunque no es un descrédito, siempre es buen momento para iniciar la rebeldía). Ese rasero igualador es el que ha hecho posible que este movimiento haya sido tan popular. La mera asistencia acredita la pertenencia. ¿En serio da igual una feminista luchadora de la Eskalera Karacola, que lleva décadas planteando una alternativa autogestionada, que una persona que bien podría ser el oportunista gorrón-casas de amigos para quedarse “unos días”? No lo creo.

Llevo días escuchando a la gente más dispar (desde genuinos millonarios y fascistas hasta jóvenes despistados) afirmar que esta es la revolución que cambiará nuestra historia. Que da igual quién haya ganado las elecciones porque la democracia de antes se ha quedado caduca, aunque la maquinaria del PP ya se haya puesto en funcionamiento coordinándose entre comunidades y ayuntamientos para repetir las operaciones de Madrid, Murcia y Valencia. No es popular recordar que la democracia “no real” (que es la real, la que manda) no se ha detenido y el resultado es un verdadero golpe de estado de las derechas. Pero hablar de eso es “reaccionario”, “burgués”, “contrarrevolucionario”. Cuestionar la realidad de la revolución es causa inmediata de purga revolucionaria, aunque lleves años movilizándote contra ese sistema que nos asfixia (y preguntándote dónde mierda estaban todos esos jóvenes en las manifestaciones y protestas a las que fuiste). La respuesta suele ser que no hay que cuestionar su valía sino abrazarla, mimarla, animar a esos nuevos revolucionarios, por muy sospechosamente atentos a las modas que parezcan.
Creo de verdad que si no se llega a una sociedad
donde hombres y mujeres sean iguales, no sólo
no habrá demoscracia real, sino que persistirán injusticias ya insoportables.
Por eso coincido que la revolución será feminista
o no será-

Manuel Tovares
Barcelona

Vicky Solá dijo...

Es la esencia del zapaterismo: que todo parezca lo que no es. Lo lamentable es que a semejante farsa se hayan prestado todos los barones del PSOE y su máximo órgano entre congresos, el Comité Federal, dejando huérfanos de liderazgo para el necesario cambio a miles de socialistas y desesperanzados a millones de ciudadanos que aspiran a una democracia de más calidad, empezando por la de los partidos políticos. ¡Qué oportunidad perdida para atraer, entre otros, al movimiento 15-M, que tanto defienden en los platós de televisión! Seguramente han pensado que así es la "democracia real" que estos grupos reivindican.
Ya sabemos que el sanedrín del PSOE, instalado de momento en las altas instancias del poder, ha obrado así, como en otras tantas ocasiones, por el bien de España; que Rubalcaba es el mejor de los candidatos; que Carmen Chacón es un dechado de generosidad y que nadie la presionó para retirarse. Sabemos que lo hizo porque "está en riesgo la unidad del PSOE, la autoridad del presidente y la estabilidad del Gobierno", que descubrió por generación espontánea horas antes de anunciarlo. Sabemos también que a Patxi López le bastó una conversación explicativa de Zapatero sobre "cómo vamos a hacer las cosas" para retirar su promesa de plantear en el Comité Federal su propuesta de Congreso Federal que veía, al igual que otros muchos, como "la solución más conveniente".
Lo que no sabemos es porqué Chacón anunciaba su generosa decisión con una infinita tristeza, casi llorosa, y por qué, sentada al lado de Rubalcaba, al que ahora reconoce como "un gran candidato", mantuvo una actitud distante y casi hostil, cuando debiera estar infinitamente contenta por tan acertadas decisiones. Tampoco sabemos, ni entendemos, que practicar la democracia interna pone en riesgo la unidad de los partidos políticos democráticos. Creíamos que los reforzaba.

saludos Gloria
Vicky Solá

Marisa de la Vega dijo...

Lo explica Mariano Rajoy, al fin sincero: “Podría estar hablando durante horas, pero creo que la mejor aportación que puedo hacer es no decir nada”. Se refiere a Rubalcaba y las primarias del PSOE, aunque su respuesta bien podría ser su nuevo lema: “mejor no decir nada”. La frase es de ayer, 1 de junio: un día grande para la democracia. Por primera vez en lo que va de año, el líder de la oposición convocó una rueda de prensa en la sede del PP, en la calle Génova. Es la cuarta ocasión en todo 2011 en que Rajoy acepta preguntas de los periodistas, pero la primera en que tal fenómeno paranormal no sucede cuando está de viaje, y hay menos prensa en la sala. Las anteriores fueron el 21 de marzo, en Pamplona; el 6 de abril, en el Parlament catalán; y el 11 de abril, en Berlín. Tras este agotador maratón –tres ruedas de prensa en cuatro semanas, casi nada–, llegó el silencio durante toda la campaña: ni una sola respuesta en dos meses. Ayer Rajoy aclaró el motivo: “Yo doy ruedas de prensa cuando tengo algo importante que decir”. Eso lo explica todo.

El líder del PP sigue en su estrategia de volar por debajo del radar para no despertar a esos votantes a los que el PSOE sólo podría movilizar a la contra. El resultado del 22-M corrobora el éxito de esta política. También le da la razón una encuesta de La Sexta, que preguntó a los ciudadanos qué factor pensaban que había sido más determinante en la derrota del PSOE en las municipales. El 65,5% respondió que “la crisis”, el 30,5% culpó a “los errores del Gobierno” y sólo el 0,4% contestó que la debacle socialista se debía a “los aciertos del PP”.

El 0,4%, subrayo. Así que hay un 99,6% de posibilidades de que Rajoy siga sin decir nada de nada, no vaya a ser que un día tenga un acierto y lo estropee.

saludos Gloria
Marisa de la Vega