viernes, 19 de agosto de 2011

75 AÑOS SIN FEDERICO GARCIA LORCA Y… SEGUIMOS CON LOS MISMOS PREJUICIOS


Hace 75 años, a las 4:45 de la madrugada del 18 de agosto, fusilaban a Federico García Lorca. El poeta y dramaturgo desaparecía llevándose con él decenas de obras que nunca podrán leerse, dejó muchas otras, que siguen siendo una lección de tolerancia y pluralidad, en lo personal y en lo ideológico.
Lo personal y lo ideológico fueron las armas ejecutoras que lo llevaron a una tumba que aun ni siquiera se ha podido identificar. Su posición ideológica, con un uso incomparable de la metáfora y la simbología, lo convirtió en un blanco fijo “pintado” de rojo y por lo tanto enemigo a exterminar por el régimen. Su actitud personal, tras su regres de Nueva York, convencido de la necesidad de vivir sin máscara y mostrarse homosexual como lo era de nacimiento, “Federica” le decían, mofándose de su manera de ser, fue otro ingrediente intolerante de la vida social de la época.
Pero hoy, avanzado el segundo decenio del siglo XXI, aun seguimos padeciendo los mismos prejuicios, las mismas intolerancias y las mismas persecuciones. Vemos un creciente ahogamiento de la izquierda. Vemos un creciente sentimiento irracional de homofobia o xenofobia. Vemos, con tristeza, que 75 años después, García Lorca sigue siendo un poeta tan molesto como actual, para los enemigos de siempre, para los enemigos de la libertad y los derechos.
Os dejo con su grito de “libertad y amor humano”:

POEMA DOBLE DEL LAGO EDEM

Era mi voz antigua
ignorante de los densos jugos amargos.
La adivino lamiendo mis pies
bajo los frágiles helechos mojados.
¡Ay voz antigua de mi amor,
ay voz de mi verdad,
ay voz de mi abierto costado,
cuando todas las rosas manaban de mi lengua
y el césped no conocía la impasible dentadura del caballo!
Estás aquí bebiendo mi sangre,
bebiendo mi humor de niño pesado,
mientras mis ojos se quiebran en el viento
con el aluminio y las voces de los borrachos.
Déjame pasar la puerta
donde Eva come hormigas
y Adán fecunda peces deslumbrados.
Déjame pasar, hombrecillo de los cuernos,
al bosque de los desperezos
y los alegrísimos saltos.
Yo sé el uso más secreto
que tiene un viejo alfiler oxidado
y sé del horror de unos ojos despiertos
sobre la superficie concreta del plato.
Pero no quiero mundo ni sueño, voz divina,
quiero mi libertad, mi amor humano
en el rincón más oscuro de la brisa que nadie quiera.
¡Mi amor humano!
Esos perros marinos se persiguen
y el viento acecha troncos descuidados.
¡Oh voz antigua, quema con tu lengua
esta voz de hojalata y de talco!
Quiero llorar porque me da la gana
como lloran los niños del último banco,
porque yo no soy un hombre, ni un poeta, ni una hoja,
pero sí un pulso herido que sonda las cosas del otro lado.
Quiero llorar diciendo mi nombre,
rosa, niño y abeto a la orilla de este lago,
para decir mi verdad de hombre de sangre
matando en mí la burla y la sugestión del vocablo.
No, no, yo no pregunto, yo deseo,
voz mía libertada que me lames las manos.
En el laberinto de biombos es mi desnudo el que recibe
la luna de castigo y el reloj encenizado.
Así hablaba yo.
Así hablaba yo cuando Saturno detuvo los trenes
y la bruma y el Sueño y la Muerte me estaban buscando.
Me estaban buscando
allí donde mugen las vacas que tienen patitas de paje
y allí donde flota mi cuerpo entre los equilibrios contrarios.

Feliz fin de semana
Gloria Calero


4 comentarios:

Paco López dijo...

En la nueva entrega del serial cómico ‘Rajoy en acción ', el líder conservador avanza otra de sus propuestas: en estos días de canícuila, es bueno "beber mucha agua".

Rajoy cuenta que tuvo la oportunidad de saludar al papa en el aeropuerto de Barajas, y aprovecha para dar la bienvenida, con tres días de retraso, "a los cientos de miles de jóvenes de todo el mundo que han venido a España".

ES UNA PROPUESTA CONTUNDENTE ASI QUE A BEBER AGUA !!!!!!!
ESAS SON IDEAS.
Paco López

Manu Crespo Vidal dijo...

En la asamblea de calle del grupo de Pensamiento (15-M) hemos pensado sobre la inclusividad. A mi entender, la inclusividad tiene que ver con la enemistad y la amistad.

Para muchos movimientos sociales ha sido muy importante, en paralelo a su propia construcción, la construcción política de una enemistad: identificar y señalar al enemigo. Por ejemplo, el movimiento obrero tuvo que descubrir-construir a la burguesía como su enemigo de clase. (No entro a valorar esto, solo a constatarlo).

Sin embargo, la fuerza del 15-M no consiste en haber visibilizado unos enemigos. Todo el mundo requetesabía, ya antes del 15-M, que la democracia estaba corrupta y que la economía estaba podrida. La fuerza del 15-M consiste en haber construido un gran espacio de unión (personas que quieren estar juntas) desde el cual luchar con mayor fuerza (con escucha y respeto) y mejores armas (la no-violencia activa) contra esa democracia corrupta y esa economía podrida. Alguien dijo en Twitter: “No estábamos solos, estábamos desunidos”. El despertar es despertar al encuentro con otros/as que, dejando de lado todo lo que nos separa, son como nosotros/as (tenemos los mismos malestares, queremos soluciones comunes).

Ahora, la celebración en Madrid del encuentro JMJ es un test para el 15-M: ¿Cómo debe relacionarse el 15-M con lo que no le gusta?

Para la izquierda, la situación está más clara. La izquierda detesta a la iglesia católica por su colaboración con la dictadura franquista. (En la asamblea de pensamiento un participante dijo que la izquierda española, en general, rechaza toda forma de espiritualidad). Para la izquierda es fundamental construir y manifestar una enemistad clara y rotunda respecto a la iglesia católica. Una enemistad que se expresa como choque, confrontación, demostración de fuerzas…

Para el 15-M la cosa es más difícil: el encuentro JMJ le fuerza a posicionarse sobre algo ajeno a su dinámica, sin que haya habido suficientes procesos de consenso al respecto. (Basta ver los comentarios…, que estallan en todas direcciones).

Y es que el 15-M no es la izquierda. Es otra cosa. Una cosa nueva que está abriendo nuevos derroteros. Entonces, si no es posicionarse, ¿hay algo que se pueda hacer? En mi opinión, lo que corresponde a un movimiento horizontal y asambleario no es focalizarse en la presencia del papa ni de la jerarquía eclesiástica (focalizarse en la jerarquía refuerza la jerarquía), sino preguntarse por los miles de personas que ahora están en Madrid. ¿El 15-M tiene algo que decirles? (Me refiero a algo que les interese, no a decirles que son tontos/as o algo peor). Es más: ¿el 15-M tiene algo que escuchar de esa juventud que ahora habita Madrid, de la situación de sus lugares de origen, de sus malestares, de sus deseos…?

Vemos a esos chicos y chicas cantar, rezar, meditar, escuchar catequesis… Pero en la programación de sus jornadas no hay momentos para la toma horizontal de la palabra. No los/las vemos en corros, hablando, celebrando asambleas. Yo todavía tengo en la retina las imágenes de los primeros días de la acampada en Sol: gente tomando la calle, sentadas en corros, haciendo uso de la palabra, haciendo consenso.

¿Podría haber algún problema común, algo que interese al 15-M y que tal vez pudiera interesar a algunos chicos y chicas JMJ? ¿Podríamos abrir alguna superficie de contacto? ¿Podría el 15-M autoconvocarse para armar en la calle, estos días, una demostración de democracia que invite a la toma de la palabra a los visitantes JMJ? ¿Podría el 15-M regalar a las JMJ una experiencia de horizontalidad y respeto? No para hacer un bloque contra bloque sino para derrumbar los estereotipos que otros/as nos aplican (perroflautas) y que aplicamos a otros/as (papaflautas).

Manu Crespo Vidal

Rafa Savater dijo...

Viendo las imágenes de tanta desmesura inaugurada ayer por el cardenal Rouco Varela, de tan disparatada sobreactuación por la visita del farsante de Roma, de tanto derroche, de tan impúdica exhibición de riqueza y poder, de tanta manipulación, me acordé de una nota a pie de página del libro “El Imperio Romano”, de Isaac Asimov, como si Roma, en verdad, no pudiera escapar jamás a la maldición de que los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla. Decía Asimov, refiriéndose a los años de lenta agonía del imperio: “Parece ser una regla casi invariable que, a medida que el poder real decae, los símbolos del poder se multiplican e intensifican, en compensación”.



En la lenta agonía de la religión católica, de iglesias desiertas, tan solo refugio en penumbra de ancianos aterrorizados por la inminente llegada de la muerte, de seminarios vacíos que ni siquiera son atractivos ya para la antaño legión de pederastas que afinaban allí sus armas para la posterior caza de sus presas infantiles indefensas, de una espiritualidad cada vez más descaradamente terrenal, enemiga del progreso y de la ciencia, culpable de la muerte por Sida de millones de fieles a los que se les impide la utilización del preservativo, cómplice de los crímenes de sus sacerdotes pederastas, religión que basa su fuerza, como ETA, como los nazis, como toda dictadura, en el terror, en este caso el terror que infunde la amenaza de una condena al fuego eterno, con el agravante de tortura… en esa lenta agonía, como en la antigua Roma, el ego del emperador de un país de zarzuela, sumo pontífice, vicediós, antiguo nazi, exjefe del brazo terrorista de la Iglesia, el heredero de la Inquisición, “multiplica los símbolos de su poder” para poner en pie la ilusión óptica de un vigor juvenil perdido, de que la iglesia de ancianos que preside es un lugar de esperanza para la juventud.



El antiguo nazi, quizá agobiado por una nostalgia senil de cuando paseaba marcialmente su uniforme de las Juventudes Hitlerianas, de botas y correaje militar, y saludaba brazo en alto, a la romana, a cuanta cruz gamada se le pusiese por delante, no quiere morirse sin antes experimentar la sublime sensación de ese viaje místico que debe de ser el baño de masas, al mejor estilo de los dictadores a los que la Iglesia ha servido tan obsequiosamente a lo largo de la historia.



Cuanto más decadente es el emperador, más gigantesca es la fiesta. Nuestro generalito, de voz afeminada asombrosamente parecida a la de Ratzinger, en las mismas puertas de la muerte reunió a cientos de miles de adoradores, embelesados, brazo en alto, a la romana, en la Plaza de Oriente. Su religión agonizaba, pero él ejercía todavía de sumo sacerdote de un régimen terrorista.



Ratzinger sabe que la fábrica de hacer fieles a través de las escuelas católicas está bien engrasada por gobiernos serviles y temerosos de su poder. Sabe que sus comandos terroristas están incardinados en todos los estamentos del Estado, en la política, en las finanzas, en la judicatura, que son quienes sostienen el tinglado de su farsa. Sabe que sus iglesias están vacías, que parecen geriátricos tristes, pero tiene cogido por los mismísimos hasta al candidato Rubalcaba, que dice estar dispuesto a recibirle con el respeto que se merece, aunque yo no alcance a comprender qué respeto se merece el jefe de una religión de terror.



Lo de menos es que alimentar el ego del farsante de Roma nos vaya a costar 50 millones de euros. Lo más triste es comprobar la permanencia y vigor del poder de manipulación de las fuerzas del mal sobre los jóvenes. ¡Mira que cuesta apartarles de las drogas! Con su poder alucinógeno, les han hecho adorar a un ser inexistente, y tienen por líder a un embaucador sediento de poder y dinero. Mal comienzo para el siglo XXI.

Rafa Savater

Juana Bolleros dijo...

Estás en casa y suena el timbre. Abres la puerta y entra un señor que se instala en tu salón. A pasar unos días, dice. Bueno. Así tenemos a Benedicto por aquí, a pasar el finde. Le hemos dejado el sofá, las sábanas, las toallas y todo lo que necesite utilizar en la cocina, en un despliegue de medios insólito. El problema, como en las pesadillas, como en las novelas, ¡como en la realidad!, es que no van a ser tres días. El “invitado” se ha instalado en tu casa y no está de paso: Quiere vivir contigo y educar a tus hijos.

Porque lo cierto es que Benedicto y los suyos no se marchan, van a pasar todo el curso con nosotros, encarnados en la asignatura de religión presente en el programa de todos los colegios públicos dos veces por semana, dentro del horario lectivo. Ese tema, irracional desde cualquier punto de vista, no suele estar en los medios, y hoy es un buen día para recordarlo. España es un estado aconfesional y sin embargo los niños que no optan por religión no pueden recibir ningún tipo de contenido. Está explícitamente prohibido que aprendan nada nuevo en esas dos horas de “alternativa a la religión”, ni siquiera suele haber profesor (alguien les hace colorear el mismo aburrido dibujo, o charlar, o hacer los deberes). La razón de este despropósito es que si se aprendiera algo en esa materia “los de religión estarían en desventaja”, dicen (¡!).

En algún lugar leí que éramos un país de iglesias de sólida piedra y de escuelas prefabricadas, justo lo contrario de lo que debería ser una sociedad desarrollada. En las entradas para el fin de fiesta de las JMJ puede leerse: España vs resto del mundo. A mí se me paró el corazón al verlo. Después me di cuenta de que no se trataba más que de un partido de fútbol y un eslogan muy poco afortunado. La religión pertenece al ámbito de lo privado y no se entiende que el Estado tenga que financiar la formación religiosa en las escuelas. Creo que muchos de los creyentes que se avergüenzan estos días ante la orgía de papel higiénico con los colores del vaticano volando por los aires estarán de acuerdo. Hay cosas tan inexplicables como los confesionarios instalados en el Retiro, y no se van a desmantelar el 22 de agosto. Lo malo, ya digo, no es que venga. Lo malo es que no se vaya.
Muchos saludos Gloria, la admiramos

Juana Bolleros