A pesar de las nauseabundas noticias
que entre ayer y hoy están apareciendo relacionadas con la corrupción de la cúpula
del PP, pagos en negro, dinero en cuentas extranjeras, dinero de difícil explicación…
No os quiero hablar de eso, quiero que hablemos de POLITICA y no de esta
perversión a la que nos está llevando la derecha española. Hablemos de los
Ayuntamientos amigos y amigas…
Los Ayuntamientos, las Alcaldías
son o deben ser “la casa” de los derechos de todos. Entendiendo por “casa” el
lugar abierto y cercano, donde un ciudadano o ciudadana o un grupo de vecinos
va con naturalidad a plantear la realidad que los afecta y pedir y encontrar
allí, en la medida de sus competencias institucionales la solución a los
problemas que rodean la vida cotidiana de la gente. Los ayuntamientos como un
eje vertebrador para el desarrollo
de las ciudades, generadores de empleo, para prestar servicios inmediatos y
personalizados, asegurar el bienestar y la convivencia y hacer que la sociedad
en su conjunto crezca con armonía. Soy de las convencidas que la Europa de hoy
sería mucho mejor si nos hubieran dejado
potenciar desde abajo hacia arriba la llamada “Europa de los pueblos” que convertía el Continente en un sin fin
de ejes solidarios y participativos donde se compartían experiencias y
gestionaban solidaridades mutuas en todos los sentidos.
Pero… los poderosos neoliberales
europeos dirigidos por la Alemania, hoy de
Merkel no han querido ni quieren que sea así. A ellos les gusta la Europa
de los Bancos y no de los pueblos. La Europa donde el más rico y poderoso según
su PBI (Alemania) manda y obliga al resto. La Europa que impone desde arriba.
La Europa de la Alemania que decide QUIEN SI y QUIEN NO. ¡Vuelve la Alemania
opresora, la historia se repite…
Pero volviendo a los
Ayuntamientos hoy la mayoría en manos del PP me llama la atención lo acomodados
que están los alcaldes y alcaldesas viendo pasar por su puerta esta dura
realidad que estamos viviendo sin tomar ninguna iniciativa, dejando a sus
vecinos solos.
Las entidades locales, los
Ayuntamientos, han perdido protagonismo ideológico y esa pasividad se traslada
a los ciudadanos. Pareciera que nada de lo que ocurre en la ciudad interese a
nadie, estamos todos muy irritados y enfadados con el mundo para darnos cuenta
de que la Administración mas cercana a nosotros, el Alcalde esta escondido y NO
NOS ESTA AYUDANDO EN NADA y lo que es peor tampoco le estamos exigiendo NADA,
“los árboles no nos dejan ver el bosque” y… este es el comienzo de la muerte
por falta de riego de la fortaleza democrática española.
Los alcaldes y las pocas
alcaldesas de las primeras elecciones municipales tras la dictadura (tampoco
hace tanto tiempo en el 1979) fueron el motor de la verdadera revolución del cambio y el asentamiento de la democracia,
se pasó de ciudadanos “comisarios políticos” a “ciudadanos políticos,
abriéndose el gran abanico del aire fresco de la libertad, la solidaridad, la igualdad y el gran desarrollo de
nuestros pueblos y ciudades. Hoy 33 años después, ante una situación
también difícil los Alcaldes y Alcaldesas del PP, en vez de ser MOTORES han
elegido ser LASTRES, han elegido el bajo perfil político, demostrando que les
deben mas a sus “jefes” que a los ciudadanos que les votaron, de ahí su
silencio.
Debemos cambiar y como en los
años 80 volver a creer que la revolución, el cambio, las nuevas políticas con
transparencia, coherentes, de cercanía, eficaces y rápidas vendrán de retomar
la iniciativa desde los Alcaldes y Alcaldesas, desde las ciudades, desde los
Ayuntamientos. Las revoluciones
–incluidas las democráticas-, comienzan desde abajo. Los golpes de estado son
los que vienen generados desde arriba.
La excusa de la crisis les sirve
para todo, hasta para demoler la democracia más cercana y directa que hayamos
vivido y lo que pretende el PP con la Ley de régimen local que quiere aprobar,
aprovechando el bajo perfil político que ha impuesto a los suyos, es un golpe
de Estado contra los Ayuntamientos. Quieren
acabar con todo por lo que hemos luchado.
He vivido el municipalismo en
carne propia. Y es muy duro. Claro que sí. Nunca llueve a gusto de todos, pero
desde la cercanía se puede regar el huerto de la inmensa mayoría y proteger a
aquellos que no tienen chubasquero para no mojarse. Hay que ser valiente para
ser Alcalde o Alcaldesa, no hay anonimato posible, la mentira tiene patas
cortas. Pero es el eslabón principal desde el cual se pueden atender las
demandas ciudadanas con respuestas eficaces, personalizadas, ajustadas a la
realidad, sin demagogia ni chulerías. Progreso honesto y desarrollo sostenible,
las dos piernas con las que camina una ciudad hacia un futuro de bienestar
convirtiéndola en el mejor lugar para vivir, no en el mejor lugar para
especular, corromper o malversar los dineros públicos.
Los socialistas defendemos la
posibilidad inmensa de HACER CIUDAD, a la derecha sólo le interesa CONSTRUIR
CIUDAD, son dos conceptos distintos. En el primero el valor del metro cuadrado
se mide por la calidad de vida de las personas, en el del PP el valor del metro
cuadrado se evalúa por las alturas a construir, los espacios a ocupar, las
ganancias a obtener y los sobrecostes a especular.
El desafío socialista está en
impedir que el PP se fagocite la autonomía local y sus derechos, todo lo
contrario, que sea donde HACIENDO CIUDAD, se hace democracia, participación,
bienestar, inversión, trabajo, seguridad… la
casa de los derechos y garantías de todos y todas y para todos y todas.
Un saludo
Gloria Calero
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