domingo, 17 de enero de 2010

EN MEDIO DE LA PLAGA de ALFONS CERVERA



Estimados amigos y amigas:
No es habitual más allá de los poemas, que reproduzca artículos de otras personas que opinan sobre la realidad. Por lo general, para respetar el ámbito que ese escritor ha decido publicar su pensamiento. Pero me voy a tomar el atrevimiento de publicar esta opinión, publicada en Levante este domingo, de este excelente pensador de la realidad social y valenciana. Alfons Cervera, con una exquisita narrativa y un nivel intelectual admirable nos pone EN MEDIO DE LA PLAGA. Dice, desde su capacidad y su pensamiento crítico lo que intento yo, día tras día, de una u otra forma expresar en este Blog. Me apropio de sus palabras, con la esperanza de que vosotros y vosotras también os apropiéis de la verdad que transmiten.


“La noche del pasado martes el sueño se me llenó de ratas. Primero estaba en una calle desconocida y aparecía un pequeño gato que arrastraba del rabo una enorme rata muerta. Luego había un tiempo sin nada dentro. Pero enseguida regresaba el sueño de antes. Ya no había ningún gato. Lo que había eran esqueletos de rata, de muchas ratas. En una parte del sueño salía una especie de museo, como de dinosaurios. Pero las grandes estructuras huesudas eran de rata. Cuando desperté encendí la luz y mientras subía al estudio era como si estuviera chafando carne blanda de rata.
A lo mejor es que no me había despertado y seguía dentro del sueño, como en esas increíbles novelas de Philip K. Dick que tanto le chiflan a mi querido Emili Piera. Menos mal que desde la ventana se veía la nieve de los montes y Gestalgar, en esa hora temprana casi a oscuras, era como un sueño de verdad tranquilo y no una pesadilla. No había ratas en la calle Larga, ni en la escalera, ni en ningún sitio. Sólo en mi sueño. Pero enseguida supe la causa de aquel delirio de terror y de asco. Se trataba de Albert Camus. Llevaba unos días repasando cosas suyas, algunos libros que me son imprescindibles para vivir y para todo. Ahora hace cincuenta años que se mató en un accidente de coche.

El otro día, en estas mismas páginas, mi amigo y magnífico escritor Ricardo Menéndez Salmón escribía un texto bellísimo sobre el autor de El extranjero. Esos días del sueño yo había releído La peste después de mucho tiempo. Siempre me resultaron insufribles las primeras páginas. Las ratas ocupan las calles, las casas, la vida de la ciudad y de sus gentes. Todo cerrado, en cuarentena la libertad, la muerte entre el olor y la carne blanda de las ratas muertas. La peste. Para qué darle tantas vueltas a las metáforas. Lo dice sencillamente el viejo asmático al que visita el doctor Rieux: «Pero ¿qué quiere decir la peste? Es la vida y nada más». A lo mejor es que la vida está llena de ratas muertas, de esqueletos de rata cuya carne tumefacta deja su huella pastosa en las calles, en las casas, en los despachos donde habitan individuos que se descomponen como la carne podrida sin que se den cuenta. Los sueños dicen que siempre surgen de lo real. La frontera entre la realidad y el sueño es muy frágil: la saltamos como si fuera una línea de lápiz trazada por la mano inocente y trémula de un niño. Pero cuál era la realidad que enlazaba con mi pesadilla. Una parte de esa realidad era la escritura irrepetible de Albert Camus. Pero había otra y la descubrí al día siguiente.
Tenía el periódico del martes justo allí, al lado de la novela, y ponía en la primera página que Francisco Camps había amenazado con otra guerra victimista contra Zapatero, a cuenta, ahora, de la gestión de los aeropuertos. Unos días antes era la firma de un decreto ley contra la paralización por expolio del negocio que Rita Barberá y sus amigos tienen montado con los derrumbes del Cabanyal. Ahora era por los aeropuertos y mañana a saber. Cualquier cosa le sirve para disimular la miseria moral propia en los pliegues de las perversiones adjudicadas a los demás. Una manera vil de parapetarse, otra vez más, en la inmundicia.
No se detiene este hombre por nada del mundo. No es él quien está en el ojo del huracán del descrédito público sino los otros. No se da cuenta de que, como en la película de Amenábar, el muerto es él. En los últimos párrafos de la novela de Camus hay un canto a la humana esperanza: «Algo se aprende en medio de las plagas: que hay en los hombres más cosas dignas de admiración que de desprecio». Pero eso no lo sabe Camps cuando enchufa el ventilador y esparce el olor a podrido que según su estrategia exudan los otros. No sabe que eso que diariamente pisa con zapatos de lujo en su despacho, como si fuera la superficie mullida de una alfombra persa, no es más que carne blanda y asquerosa de rata muerta. De muchas ratas muertas. De muchas”.

Alfons Cervera



7 comentarios:

Dr Julian Suarez Melba dijo...

Esperanza Aguirre se toma la crisis económica como un manto cosido para dar lustre a las costuras del liberalismo y del Partido Popular. La presidenta de la Comunidad de Madrid se puso ayer el traje del neoliberalismo más 'tacheriano' en FAES, durante la presentación del libro Viva la Pepa. Los frutos del liberalismo español en el siglo XIX, para confesar en voz alta los réditos que el PP pretende sacarle a la crisis: "El éxito de las políticas liberales que aplicamos durante nuestro mandato se acrecienta hoy cuando se contemplan los fracasos del Gobierno socialista", confesó.
Saludos.
Detesto la destilación de odio
que emana el artículo de Cervera
que usted publica.
Y el existencialismo Camusiano,
ha muerto, desde luego

Dr Julian Suarez Melba

Juana Alart Mora dijo...

Lo que no se pregunta Cervera es porque la población lo votaría a Camps hoy con mayoría absoluta.
Saludos.
Juana Alart Mora

Juan Mayorga dijo...

Se destila demasiado odio en este
texto, y no ayuda a elaborar nada.

Saludos
Juan Mayorga

Ariel Comas Guinert dijo...

<me disgusta el estilo tira-ratas-
Saludos

Ariel Comas Guinert

Alejo Rico desde Alicante dijo...

He leído que la letra de Cervera, su simbología y aplicación a Camps parece no haber sido del agrado, al menos de los que he leído al pasar.Pues a mi me a resultado cruelmente claro. Es que creoque nos hace falta esa crueldad para que nos demos cuenta de lo que estamos pisando o de lo que se pisa en la Generalitat. Además,no nos alejemos del contexto de LA PESTE, que cuenta la historia de trabajadores médicos en la búsqueda de solidaridad en su trabajo mientras la ciudad argelina de Orán es barrida por una plaga. En él se pregunta una serie de cuestiones relativas a la naturaleza y destino de la condición humana, como metáforas tanto de los dilemas interiores como de la ética y política. Creo que si releemos al ya viejo Camus, su peste tiene plena actualidad. Estamos creo, acostumbrados al agradable lenguaje que utiliza la Señora Calero, pues de tanto en tanto y golpe de efecto, al menos a mi, no me viene mal. Con todo respeto a quién no le guste el texto, claro.

Marina Ops Cáceres dijo...

Yo creo que es necesario aportar
reflexioes, y no odio.
Cervera es un autor efectista.
Me disgusta su modalidad repelente.
Saludos.

Marina Ops Cáceres

Gloria Calero dijo...

Amigos y amigas: Respeto profundamente que a algunos no les haya gustado el texto escogido para publicar en este Blog de Alfons Cervera. Su estilo narrativo, sobre todo en artículos periodísticos es así. Espero y confío que su forma de escribir no haya sido un obstáculo para descubrir la verdad que encierran sus palabras literarias. Camps, por desgracia, es lo que es. Como lo dice a su estilo Cervera, como lo digo yo a mi manera y como lo afirman muchos más cada uno con su estilo. También hay quien lo defiende... allá ellos.
Tampoco quiero que, quienes no conozcan a Alfons o sigan sus artículos en la prensa, por este artículo dejen de lado a este gran escritor valenciano. Es un gran poeta, escritor, comprometido con la democracia y los derechos sociales, valorado quizás no tanto como se merece en España, pero sí en Francia y en gran parte de Europa.
Su reivindicación social está vinculada a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. Desde la literatura, un hombre sufrido y sensible a la realidad, con su particular estilo expresa lo que siente. Es mi deseo que no se queden con las conclusiones literarias que se pueden obtener solo de este artículo. Todo lo contrario, les recomiendo que profundicen en su obra, no les va a defraudar, por la carga inmensa de valores que de ella se desprende. Y, como para no erigirme en su defensora aislada, les dejo estas palabras de unos de los principales críticos literarios del diario El País que dijo de Alfons Cevera:
"Es uno de esos grandes narradores de la España actual que viven difuminados lejos de la algazara televisiva y del circo de las tertulias radiofónicas -tan propensas ellas a consagrar a personajes de un día-, pues el interés primordial de este valenciano consiste en ofrecer gota a gota al público lector una obra sólida, comprometida, coherente y destinada a permanecer en el tiempo, y él tiene muy claro que en la vida es preciso elegir: o se es figura mediática de realidad virtual o se es artista. Alfons Cervera es un artista". Manuel Talens.

Un fuerte abrazo.
Gloria Calero