miércoles, 27 de enero de 2010

A MIGUEL HERNANDEZ



Estimados amigos y amigas, hablemos de Miguel Hernández.


El 28 de marzo de 1942, a las 5 y 32 de la madrugada, despues de un penoso transitar de cárcel en cárcel, condenado por ser como era y pensar como pensaba, enfermo de bronquitis, tifus y tuberculosis, a los 31 años, moría en una enfermería penitenciaria de Alicante Miguel Hernández. Se cuenta que no pudieron cerrarle los ojos.
Imaginemos sus ojos abiertos aun, mirando el presente de España, escuchando y leyendo lo que se dice de él. Que diría Miguel Hernández de nosotros, de vosotros, de usted, de mí.
No lo sé y no me voy a tomar semejante atrevimiento de imaginárlo, pero sus ojos abiertos nos siguen pidiendo en un grito silencioso que no olvidemos por lo que lucho y murio. Pero no en un recuerdo circunstancial, fijado por el calendario. Que recordemos a Miguel Hernández para no repetir la historia, para que odio no vuelva a inundar nuestras vidas. Para que gestos, palabras, acciones, no nos hagan recordar la historia que se llevó al destierro del silencio y el olvido el cuerpo, y la ideología de este magnífico poeta que soñaba con un futuro de paz, de libertad y de igualdad social.
Su delito fue plantar cara al fascismo y le costó la vida. No por pegar tiros, sino por escribir versos y ser el poeta del pueblo, de la revolución.
Acabaron con su cuerpo, pero jamas han podido acabar con su palabra
El tribunal que juzgó a Miguel Hernández no sólo decidió condenarlo a muerte por un “traidor” de “izquierdas”, sino también por “haberse dedicado a actividades literarias”.

Supo escribir Miguel Hernández: “Varios tragos es la vida y un solo trago es la muerte”. De un solo trago, el franquismo lo llevó a la cárcel y de ella a la muerte.

Supo escribir Miguel Hernández: “Los poetas somos viento del pueblo: nacemos para pasar soplando a través de sus poros y conducir sus ojos y sus sentimientos hacia las cumbres más hermosas”.

¿Sabremos nosotros recordarle, homenajearlo, quitarle la injusta condena que pesa sobre él? ¿Estamos dispuestos a que pase soplando a través de nuestros poros y conducir nuestros ojos y sentimientos hacia las cumbres más hermosas? O es mejor pensar que escribió para otros y no nos sigue mirando a nosotros. O es mejor negar su protagonismo y disimular sus letras que nos marcan valores, actitudes, cumbres que no estamos dispuestos a asumir como desafíos actuales, cien años después. Cada uno tendrá su propia respuesta, yo sólo puedo dar la mía.
Sí, Miguel Hernández, nos podemos mirar fijamente a los ojos, sin ocultar nada, sin manipular nada, sin esconder nada, sin juzgarte ni condenarte por nada. Intento recordarte, no sólo para no olvidarte, sino para que nunca te vuelvan a condenar.

Me he preguntado, una y otra vez, como recordar a Miguel Hernández. He encontrado en otro grande y perseguido poeta, Pablo Neruda, las mejores palabras que me apropio y comparto con vosotros y vosotras:

“Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor”

“No he visto deslumbradora raza como la tuya. Ni raices tan duras, ni manos de soldado, ni he visto nada tan vivo como tu corazon quemandose en la purpura de mi propia bandera”.

“No estoy solo desde que has muerto. Estoy con los que te buscan. Estoy con los que un dia llegaran a vengarte.


Y aquí estoy yo en Sagunto, 100 años despues, vengandome, como se debe hacer en democracia por la que él tanto lucho, a plena luz, con la palabra y con su recuerdo

Amigos y amigas un beso y hasta pronto.
Gloria Calero

9 comentarios:

Martin Vicent Gandia dijo...

Hola Gloria: veo que ama a Miguel
Hernandez como yo.
Le envío una carta que Miguel
escribió a Pablo Neruda.

A Pablo Neruda
Orihuela, diciembre de 1934


Desde Orihuela -¿Quién le ha dicho que me he venido, querido Pablo?- me despido de usted. Una carta desperada o mi bolsillo casi acabado me hizo precipitar mi viaje. He sentido bastante no verle para matrimoniar nuestras manos y divorciarlas con un adiós te encomiendo.
Desde aquí, mi pueblo, mi casa, mi limonero de mi huerto soleado por un sol inacabable lleno de limones que lo enjoyecen fríamente, atiendo a su voz, su persona y su amistad poéticas y humanas; aquí espero que me diga, lo antes posible, qué hay de aquello que me dijo la otra noche -lunes- en que me invitó a una cena para la otra noche -miércoles-. Gracias. ¿Qué hay, Pablo?¿Se queda en Madrid? ¿Se irá -¡dolor!- a Barcelona? ¿Hará la revista? ¿Me llamará generosamente a su lado?
Aquí, aquí en mi pueblo, mi casa, mi huerto, mi limonero y mi problema espero angustiado su contestación.
Escríbame, que lo oiga su voz dolorida que duele: alívieme esta soledad de palma sin compaña, dígame algo aunque no me diga nada de lo que me importa.
Le abraza siempre.

MIGUEL HERNÁNDEZ
Espero que le guste.
Un saludo poético y con aroma
a limoneros llenos de azahares.

Martin Vicent Gandia

Malena Sanchez Mejía dijo...

En Orihuela, un pequeño pueblo del Levante español, rodeada del oasis exuberante de la huerta del Segura, nació Miguel Hernández el 30 de octubre de 1910. Hijo de un contratante de ganado, su niñez y adolescencia transcurren por la aireada y luminosa sierra oriolana tras un pequeño hato de cabras. En medio de la naturaleza contempla maravillado sus misterios: la luna y las estrellas, la lluvia, las propiedades de diversas hierbas, los ritos de la fecundación de los animales. Por las tardes ordeña las cabras y se dedica a repartir la leche por el vecindario. Sólo el breve paréntesis de unos años interrumpe esta vidad para asistir a la Escuela del Ave María, anexa al Colegio de Santo Domingo, donde estudia gramática, aritmética, geografía y religión, descollando por su extraordinario talento. En 1925, a los quince años de edad, tiene que abandonar el colegio para volver a conducir cabras por las cercanías de Orihuela. Pero sabe embellecer esta vida monótona con la lectura de numerosos libros de Gabriel y Galán, Miró, Zorrilla, Rubén Dario, que caen en sus manos y depositan en su espíritu ávido el germen de la poesía. A veces se pone escribir sencillos versos a la sombra de un árbol realizando sus primeros experimentos poéticos. Al atardecer merodea por el vecindario conociendo a Ramón y Gabriel Sijé y a los hermanos Fenoll, cuya panadería se convierte en tertulia del pequeño grupo de aficionados a las letras. Ramón Sijé, joven estudiante de derecho en la universidad de Murcia, le orienta en sus lectura, le guía hacia los clásicos y la poesía religiosa, le corrige y le alienta a proseguir su actividad creadora. El mundo de sus lecturas se amplía. El joven pastor va llevando a cabo un maravilloso esfuerzo de autoeducación con libros que consigue en la biblioteca del Círculo de Bellas Artes
Le envío esta reseña de los primeros años de un pastor llamado
a ser poeta.

Desde Orihuela
Malena Sanchez Mejía

Julian Agustin López dijo...

El estallido de la Guerra Civil en julio de 1936 le obliga a tomar una decisión. Miguel Hernández, sin dar lugar a dudas, la toma con entereza y entusiasmo por la República. No solamente entrega toda su persona, sino que también su creación lírica se trueca en arma de denuncia, testimonio, instrumento de lucha ya entusiasta, ya silenciosa y desesperada. Como voluntario se incorpora al 5є Regimiento, después de un viaje a Orihuela a despedirse de los suyos. Se le envía a hacer fortificaciones en Cubas, cerca de Madrid. Emilio Prados logra que se le traslade a la 1Є Compañía del Cuartel General de Caballería como Comisario de Cultura del Batallón de El Campesino. Va pasando por diversos frentes: Boadilla del Monte, Pozuelo, Alcalá. En plena guerra logra escapar brevemente a Orihuela para casarse el 9 de marzo de 1937 con Josefina Manresa. A los pocos días tiene que marchar al frente de Jaén. Es una vida agitadísima de continuos viajes y actividad literaria. Todo esto y la tensión de la guerra le ocasionan una anemia cerebral aguda que le obliga por prescripción médica a retirarse a Cox para reponerse. Varias obritas de Teatro en la guerra y dos libros de poemas que han quedado como testimonio vigoroso de este momento bélico: Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha (1939).

Desde Cox un admirador.
Julian Agustin López

Pedro Aparicio Velez dijo...

En diciembre de 1974 el Ayuntamiento de Orihuela inició los trámites para la adquisición de la casa donde vivió el poeta oriolano Miguel Hernández, con la intención de destinarla a museo.

En 1976 se elaboró un proyecto de restauración de la casa, que no llegó a ejecutarse. Este mismo año se convoca la primera edición del Premio Nacional de Poesía "Miguel Hernández".

En el año 1981 el Ayuntamiento adquiere el inmueble, gracias al acuerdo tomado en Sesión Plenaria del 11 de mayo.
En 1985 se realiza una restauración pormenorizada de la casa del poeta, que contó con la aportación económica de la Fundación del Banco Exterior de España y Banco de Alicante. Las obras fueron inauguradas el día 28 de marzo del mismo año. A partir de esta fecha la casa permanece abierta al público, con la adscripción de personal municipal a la misma.

El 13 de julio de 1994 la Generalitat Valenciana, la Diputación Provincial de Alicante, los Ayuntamientos de Orihuela, Elche y Alicante y los herederos de Miguel Hernández constituyen la Fundación Cultural Miguel Hernández, pasando la Casa Museo a ser gestionada conjuntamente entre la Fundación y el Ayuntamiento de Orihuela.

Actualmente, gracias a la colaboración entre diversas instituciones (Consellería de Cultura, Consellería de Obras Públicas y Urbanismo, Ayuntamiento de Orihuela y Fundación Cultural Miguel Hernández), se encuentran en fase de proyecto o ejecución actuaciones urbanísticas y museográficas, cuyo fin último es la creación del denominado "Rincón Hernandiano", que se pretende que sea un nuevo foco cultural para la ciudad de Orihuela.
Desde Orihuela, un saludo cordial

Pedro Aparicio Velez

Familiares de Miguel Hernandez dijo...

Los familiares de Miguel Hernández, a través de la sociedad que coordina la celebración del centenario del poeta oriolano, han tachado de "reprobable" la publicación del poemario de Miguel Barcala, "El canto del cisne de un poeta", que incluye descalificaciones personales contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero o contra el histórico dirigente del PCE, Santiago Carrillo y que sin embargo alaba hasta la exaltación a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. La presentación del libro ha sido criticada también por los herederos del poeta, quienes han denunciado en un comunicado "la utilización oportunista del nombre de Miguel Hernández para atraer la atención pública con clara intención de provocación". La familia lamenta el uso del nombre de Hernández en aquellas iniciativas que no respeten el mensaje que él mismo transmitió en sus escritos y poemas a lo largo de su vida".

Familiares de Miguel Hernandez

Ana Podestá Parce dijo...

La publicación del poemario de Miguel Barcala es un acto de agravio al poeta.
Reproduzco para que se sepa
de que hablamos algunos
oprobiosos fragmentos:El poema titulado "La destrucción de España" recoge los siguientes versos: "Jamás hubo una nación/ que extendiese su dominio/ por los cinco continentes,/ salvo la España oprimida/ por Zapatero el odioso,/ que está destruyendo a España/ con velocidad y con saña". Bajo el título "Ruego a Esperanza Aguirre", el poeta escribe "Esperanza, no te rindas y planta cara/ a cualquiera que nos lleve a la derrota,/ a Gallardón y al leonés que nos gobierna/ de una forma suicida y manirrota".
Esta bazofia literaria e ideológica
no debió nunca publicarse.
Saludos

Ana Podestá Parce

Paco Mandujar Llopis dijo...

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?

No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.

Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.

Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento.

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién
amamantó los olivos?

Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.

No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.

Árboles que vuestro afán
consagró al centro del día
eran principio de un pan
que sólo el otro comía.

¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre vuestros huesos!

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
pregunta mi alma: ¿de quién,
de quién son estos olivos?

Jaén, levántate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.

Dentro de la claridad
del aceite y sus aromas,
indican tu libertad
la libertad de tus lomas.

Miguel Hernandez

Un saludo andaluz para Gloria
Calero, la mejor de todas.


Paco Mandujar Llopis

Aída Cañizares Hidalgo dijo...

Coronad a la escoba de laurel, mirto, rosa.
Es el héroe entre aquellos que afrontan la basura.
Para librar del polvo sin vuelo cada cosa
bajó, porque era palma y azul, desde la altura.

Su ardor de espada joven y alegre no reposa.
Delgada de ansiedad, pureza, sol, bravura,
azucena que barre sobre la misma fosa,
es cada vez más alta, más cálida, más pura.
Nunca: la escoba nunca será crucificada,
porque la juventud propaga su esqueleto
que es una sola flauta muda, pero sonora.

Es una sola lengua sublime y acordada.
Y ante su aliento raudo se ausenta el polvo quieto.
Y asciende una palmera, columna hacia la aurora.

Miguel Hernandez sabía con
este poema que necesitabamos muchas
escobas para barrer tantos fascitas.

Saludos desde Madrid.

Aída Cañizares Hidalgo

Gloria Calero dijo...

Estimados amigos y amigas:
Gracias por vuestra aportación a este pequeño pero sincero y respetuoso homenaje a Miguel Hernández.
Ademas de dar su vida defendiendo lo que hoy disfrutamos, DEMOCRACIA, nos dejo otro gran legado, SU OBRA, lo menos que podemos devolverle es RESPETO a su memoria, a su vida y a su ideología, por la que lucho y murió.
Solamente las personas mal intencionadas y ausentes de valores son capaces de organizar actos utilizando el nombre del gran poeta del pueblo con fines espurios que nada tienen que ver, todo lo contrario, con la vida e ideología de Miguel Hernández.
Para vergüenza y dolor de muchas personas, tanto de Orihuela como del resto de España, en su propia tierra, el Ayuntamiento, del PP, dentro de los actos conmemorativos de su centenario, promovió la presentación de "eso que escribe" esa persona, la cual ni quiero nombrar, que denuncian tanto la amiga Ana como los Familiares de Miguel Hernández.
Amiga Aida, lleva razón necesitamos muchas escobas.

Un saludo
Gloria Calero