ZAPATERO: EL HOMBRE Y EL POLÍTICO. SEGUIMOS EN CAMINO.

Estimados amigos y amigas:
Hay hombres en la historia que irrumpen en ella, de tanto en tanto, como un fenómeno social y que poseen, como tales, las cualidades humanas necesarias y fundamentales para generar hechos especiales, extraordinarios, transformadores y hasta revolucionarios. Esos hombres están siempre rodeados de conflictos o inmersos en los problemas. Son hombres, mujeres, comprometidos con la realidad desde lo que es su persona, con conciencia de su compromiso, con la inteligencia lúcida de que es esto, no lo otro, lo que hay que hacer y una gran intuición de cuál es el camino. Y, además, son humildes, sencillos, espontáneos, alegres, honestos, directos, sensibles… humanos. Muchas veces, la lupa de la realidad del presente, por la cercanía, nos deforma o no nos deja ver sus cualidades y sus acciones en su verdadera dimensión. Como con la lupa, hace falta, muchas veces también, alejarla un poco para ver al objeto en sus detalles sobresalientes, en sus ricas formas, en sus virtudes disimuladas. Lo triste es que la valoración histórica, es inútil para un presente de lucha y trabajo. Lo bueno de los pueblos, lo grande de los ciudadanos, es cuando valoran, a estos hombres o mujeres, en el momento presente, cuando se aleja la lupa lo suficiente y ven en ellos el camino recorrido, el camino a seguir y se confía en sus metas que siempre en esta clase de personas, no es otra que el bien común, que el bienestar general. UNO DE ESOS HOMBRES ES JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO. Quizás si hubiese estado en la Argentina en los 80 lo habría dicho de Alfonsín o en EEUU de J.F.K, en la actualidad lo pienso de Obama, hoy en Brasil de Lula, o de Mandela, o de todos aquellos que, de tanto en tanto, nos da el presente, para transformar la historia. Pero hoy estoy aquí, en esta España de hoy, y deseo hacer justicia valorando lo que tenemos, sin ánimo de comparación con otros líderes y sus circunstancias o acciones. Hoy toca ZP, aunque algunos se molesten y me tachen de zapaterista. Los que se pueden molestar, humilde creo, son sus adversarios políticos declarados o ciudadanos comunes, con un efecto óptico deformado por tanta basura suelta que enturbia el aire y empaña la lupa.
Lo digo con conocimiento, yo lo voté hace 10 años, había otros cuatro candidatos también compañeros de mi partido para liderar el Partido Socialista, NO TUVE NINGUNA DUDA, su frescura, sus valores, su honestidad, sus ideas de reivindicar la política como instrumento principal para proteger a los que menos tienen, su respeto al adversario, su firme compromiso con lo publico… hizo que mi voto fuera para él, formé parte de su Ejecutiva, lo vi prepararse y crecer, opinar y pensar, escuchar y callar. Estuve con él este jueves pasado, y me reconfortó primero con su discurso, después de 10 años su ideario político no ha cambiado, su comportamiento personal tampoco, al contrario se ha fortalecido y segundo con un abrazo, después de dialogar sobre la situación en Valencia ante este clima de corrupción multilateral y descreimiento. Con dos besos, me despedí de un líder. Y si escribo este artículo no es para defenderlo, ni por un ataque ciego de una fans irracional, sino porque ZP me muestra con claridad al hombre real que debería ser valorado por todos y todas y porque creo que es una cuestión de justicia.
Amigos y amigas, no voy a obligaros a creedle. Ni menos aun, intentar impedir vuestra libertad de opinión. Pero hace unas horas, el Presidente de España, mi compañero de partido, casi en un clima de intimidad, relajado y hasta emocionado nos trasmitió lo que sí me gustaría que valoren, al final os pongo el video integro por si podéis perder algunos minutos de vuestro tiempo para escuchar el discurso del Presidente del Gobierno, creo sinceramente que no perderéis el tiempo.
De todas maneras quiero resaltar en este blog algo de sus palabras, Definió al PSOE como:
“El partido que más se parece a España” y ha subrayado que su “capacidad de asumir responsabilidades y tomar decisiones, más agradables o más difíciles, sigue intacta”. Al recordar el cumplimiento de su compromiso, dijo: Recordaréis, el socialismo de los ciudadanos. Eso significa extender derechos y significaba tener una actitud democrática, profundamente democrática, en la responsabilidad del poder, de ensanchar la pluralidad, de respetar al adversario, de aceptar las críticas, de escucharlas, antes y ahora. Siempre hemos sabido aceptar las críticas y las huelgas, pero no os olvidéis, el diálogo siempre empieza de nuevo. Y cada vez que aceptamos de buena gana una crítica estamos haciendo mejor la democracia y estamos cultivando los valores de la convivencia. Cada vez que con humildad reconocemos los errores mejoramos la política y la democracia. Y cada vez que intentamos, de nuevo, el diálogo y los acuerdos mejoramos la democracia y fortalecemos la política. El socialismo de los ciudadanos era extender derechos, ensanchar los caminos, abrir oportunidades…Por tanto, nuestro proyecto no puede garantizar que todas las personas tengan éxito en la vida, pero sí podemos garantizar que todas las personas tengan la igualdad de oportunidad para alcanzar ese éxito. Nuestro proyecto político sí puede llevar a la práctica que en una sociedad nadie se sienta discriminado, ni marginado y menos humillado, por ello de la igualdad hemos hecho una seña de identidad moderna, reconocida y reconocida dentro y fuera de nuestro país.

Y compañeras y compañeros, sabed y recordad que los ciudadanos de este país desean que se les digan las cosas, aunque las cosas sean difíciles, pero también que se les marque un rumbo de confianza. Yo no soy optimista porque desconozca las dificultades, soy optimista porque conozco las potencialidades de España y de los españoles, que hemos demostrado al superar los momentos difíciles y demostrar que somos un país, cuando se nos ha dejado ser libres, moderno, avanzado y capacitado, como cualquier otro.

Y, con la misma simplicidad que comenzó su discurso, Zapatero, José Luis, el hombre y el político, se despidió de todos nosotros :" tengo un convencimiento, que lo voy a expresar, más allá de mi agradecimiento profundo. Un convencimiento muy íntimo, recordareis algunos compañeros de manera especial, que inicié mi intervención en el 35 Congreso, con una frase: “No estamos tan mal”. Pues hoy os digo: “Estamos mucho mejor de lo que parece y lo vais a vivir”.

Esta es mi humilde manera de valorar al hombre pues sin ese hombre, no existiría este político. Es una cuestión de justicia que no debe esperar a la historia, para ser reconocido.






Un saludo y como siempre SER FELICES, buen fin de semana
Gloria Calero