viernes, 13 de agosto de 2010

JOSE LUIS BORGES... Y EL ARBOL DE LOS AMIGOS

Estimados amigos y amigas:
Por salud mental y "familiar" los fines de semana hay que desconectar, yo intento hacerlo con buena música, buena lectura, buena compañía y algún paseo que otro. Hoy os dejo con un texto de Jose Luis Borges que habla de la amistad, espero que os guste.



EL ARBOL DE LOS AMIGOS.

Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino. Algunas recorren todo el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar, mas otras apenas las vemos entre un paso y otro. A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos.

Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos. El primero que nace del brote es nuestro papá y nuestra mamá, nos muestra lo que es la vida. Después vienen los amigos hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros.

Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien.

Mas el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino. A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, de corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz.

Y a veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces es llamado un amigo enamorado. Ese da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies, cosquillitas a nuestro estómago, etc.

También existen aquellos amigos por un tiempo, tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro, durante el tiempo que estamos cerca.

Hablando de cerca, no podemos olvidar a los amigos distantes, aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre hoja y hoja.

El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones.

Pero lo que nos deja más felices es darnos cuenta que aquellas que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino.

Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor, salud, suerte y prosperidad. Hoy y siempre... simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevaron mucho, pero no habrá de los que no nos dejaran nada.

Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por causalidad.



Un saludo "hojas de mi árbol" CUIDAROS Y A SER FELICES
Gloria Calero

7 comentarios:

TANGO dijo...

"Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino" y no es por que lo escriba Borges, sino por que lo digo yo.

Manuela Rusu dijo...

Un paréntesis, que bien me viene. Termino de escuchar a Camps que dice que somos no sólo la Comunidad más transparente de España, sino del Mundo. Como dice el tango Cambalache, "que falta de respeto, que atropello a la razón". Un paréntesis, ´¡Qué bien que nos viene a los buen pensantes! Gracias señora, creo, que señora o señorita, sino, pero gran mujer al fin.

José Blanco dijo...

Un gran Borges y una brillante idea. Gracias.

Raquel Ramos y Pedro Moldes dijo...

Unos minutos de vacaciones para el cutrerío valenciano. Su anterior artículo nos ha dejado hechos polvo, no por su culpa sino por la verdad que transmite. Que mal, que peor...

Ines Collado dijo...

Parecía cosa del tan manoseado “realismo mágico” del Caribe. Los presidentes de Colombia y Venezuela, Juan Manuel Santos (que estrena el cargo) y Hugo Chávez (que lleva once años), que se odian, reunidos como buenos amigos en la vieja mansión de Santa Marta donde murió el Libertador Simón Bolívar y dándose –casi– besos el uno al otro. Apenas 20 días antes, las relaciones diplomáticas entre los dos países habían sido rotas bruscamente por Chávez en respuesta a las denuncias del Gobierno saliente de Alvaro Uribe sobre la protección venezolana a las guerrillas colombianas. Se estaba, decía Chávez, al borde de la guerra: una guerra incitada por el Imperio, como lo probaba la apertura de siete bases militares de Colombia a las tropas norteamericanas.
Y de repente todo eso se había evaporado como por arte de birlibirloque en las manos de seda de la bella ministra colombiana de Relaciones Exteriores y en los recios bigotes de su contraparte de Venezuela, y no quedaba sino fraternidad entre los pueblos y armonía entre sus presidentes. Se restablecieron las relaciones –también las comerciales, interrumpidas desde hace más de un año–, Chávez se comprometió a no dar amparo a las guerrillas, y explicó que lo de las bases, intolerable la víspera (y no sobra decir que cuando fueron abiertas por Colombia la iniciativa fue de Santos, entonces ministro de Defensa de Uribe), no tenía importancia.
Digo que parecía cosa del realismo mágico. Pero no: es cosa del simple realismo.
A los dos gobernantes les conviene la reconciliación, por razones políticas. A Santos para empezar su Gobierno “desde cero”, sin lastres heredados de Uribe. A Chávez porque tiene elecciones legislativas el mes que viene, y su popularidad ha descendido mucho a causa de los problemas de desabastecimiento y carestía que la ruptura comercial con su vecina Colombia ha agravado. A los dos países les conviene también, en lo económico. Y en cuanto a lo de la protección a las guerrillas, es cierta, sí; pero se sabe desde hace años: y hay que aguantársela. Como no fueron a la guerra España y Francia por cuenta de la tolerancia de los gobiernos franceses ante ETA.
C’est la vie.
saludos
Ines Collado

Ines Collado dijo...

Parecía cosa del tan manoseado “realismo mágico” del Caribe. Los presidentes de Colombia y Venezuela, Juan Manuel Santos (que estrena el cargo) y Hugo Chávez ( S
Y de repente todo eso se había evaporado como por arte de birlibirloque en las manos de seda de la bella ministra colombiana de Relaciones Exteriores y en los recios bigotes de su contraparte de Venezuela, y no quedaba sino fraternidad entre los pueblos y armonía entre sus presidentes. Se restablecieron las relaciones –también las comerciales, interrumpidas desde hace más de un año–,
Digo que parecía cosa del realismo mágico. Pero no: es cosa del simple realismo.
A los dos gobernantes les conviene la reconciliación, por razones políticas. A Santos para empezar su Gobierno “desde cero”, sin lastres heredados de Uribe. A Chávez porque tiene elecciones legislativas el mes que viene, y su popularidad ha descendido mucho a causa de los problemas de desabastecimiento y carestía que la ruptura comercial con su vecina Colombia ha agravado. A los dos países les conviene también, en lo económico. Y en cuanto a lo de la protección a las guerrillas, es cierta, sí; pero se sabe desde hace años: y hay que aguantársela. Como no fueron a la guerra España y Francia por cuenta de la tolerancia de los gobiernos franceses ante ETA.
C’est la vie.
saludos
Ines Collado

Rey dijo...

Interesante el Arbol de los Amigos, pero te comento que afortunadamente no le pertenece a Borges, ya que no es su estilo.