lunes, 16 de mayo de 2011

CAMPS: ¡MÁS DE 53 MIL MILLONES DE DEUDA! ¿EN QUÉ?



Estimados amigos y amigas:
La Comunidad Valencia tiene una deuda de 53.000.000.000 de euros, les eseguro que nunca habia puesto tantos ceros a una cifra, y aun tengo dudas de si lo he puesto bien y si lo quiero traducir a pesetas ya me pierdo totalmente, me parece que nos metemos en billones. Imaginense para rescatar a Grecia, todo un pais, se esta hablando de 60.000.000.000 de euros. Solamente nuestra Comunidad tiene una deuda similar, esta cifra dificil de digerir por la ciudadania normal, la debemos nosotros, los valencianos y valencianas, no un "ente" abstracto, que no se nos olvide y que tendremos que pagar. La debemos gracias a la gestion de ese “molt honorable” de Camps y que según Rajoy es el modelo a traspolar al resto de España. Y como si esto no fuera suficiente escándalo, ese “molt honorable” lleva ya gastado el 90 % de los 1.328 millones que el Estado le ha autorizado para este año.
Y yo me pregunto 53 mil millones de euros ¿EN QUE? ¿DÓNDE? ¿PARA QUE? ¿En que hemos mejorado los ciudadanos de esta Comunidad?. Esas son las preguntas que me hago y que les pido que se hagan a la hora de votar.
¿Cómo podemos tener esa deuda y ser lideres en barracones escolares?, mas de 2000 a lo largo de toda la Comunidad, hay niños y niñas que terminaran su etapa escolar sin conocer un colegio de verdad.
¿Cómo podemos tener esa deuda y ser lideres en fracaso escolar? Ahora en campaña se les llena la boca de lo importante que es la educacion.
¿Cómo podemos tener esa deuda si no han puesto en marcha la educacion de 0 a 3 años? Lo poco que se ha hecho ha sido privado, eso si en suelo publico.
¿Cómo podemos tener esa deuda si han reducido todas las ayudas para jovenes, becas, renta de emancipacion, ayudas para viviendas…?
¿Cómo podemos tener esa deuda y ser lideres en desmpleo?.
¿Cómo podemos tener esa deuda si siguen sin cobrar las personas dependientes?.
¿Cómo podemos tener esa deuda y ser la Comunidad con menos camas hospitalarias por habitante y con mas listas de espera ambulatorias y de diagnostico?
Esta deuda ¿ha generado viviendas de promocion publica asequible para los jovenes?
Con el dinero que ha generado esa deuda ¿se ha puesto en marcha algun plan para reconvertir la mano de obra hacia tareas que no sea el ladrillo?
Y… a pesar de esa gran deuda, el 21% de las empresas que han cerrado en España son valencianas y nuestras Cajas de Ahorros han desaparecido, somos ¿mas o menos vulnerables?.
¿Qué ha hecho Camps con nuestro dinero, en que nos ha endeudado?, porque las grandes inversiones en infraestructuras de esta Comunidad, las ha hecho el Estado, ampliacion de los aeropuertos de Valencia y Alicante, ampliacion de los puertos de Valencia, Gandia y Sagunto, tren de alta velocidad y de cercanias, autovias…
Todo se ha ido en gastos inutiles, superfluos, en fiestas y festejos para amigos y entre amigos, unos brindan y otros pagan, nosotros. Puedo comprender que la red clientelar que se ha generado y beneficiado alrededor de esta forma indigna de hacer politica quiera mantener a estos politicos indignos para seguir chupandonos la sangre hasta que no nos quede una gota, pero no puedo entender que una mayoria de ciudadanos y ciudadanas los dejen que sigan haciendo tropelias.
Amigos y amigas OTRO CAMINO ES POSIBLE Y NECESARIO.

Un saludo
Gloria Calero

11 comentarios:

Alejo Rico desde Alicante dijo...

53
millones
de
felicitaciones
por
el
artìculo.

Ignacio Vello Palestra dijo...

Decía Michel Rocard, el ex primer ministro socialista francés, que la democracia es un sistema pensado para tiempos de tranquilidad, menos sólido de lo que suele creerse y muy capaz de irse al garete con poca cosa. Es algo más que evidente que hoy día está en declive, no tanto por la cantidad –según el informe de Freedom House de 2010 existen en el mundo 116 democracias electorales, de las que 89 garantizan las libertades y los derechos políticos, el nivel más bajo desde 1995-, sino por su calidad, que ha llegado a ser tan baja como un enano velazqueño.

Si la globalización ya lo había dejado bastante claro, con la crisis económica se ha confirmado que las grandes decisiones que determinan nuestras vidas se toman al margen de las instituciones elegidas por los ciudadanos, simples marionetas cuyo papel se limita al más lacayo de los asentimientos. Únase la resultante al descrédito de la clase política y a una corrupción sobre la que se danza un minueto para pasar artísticamente de puntillas y se obtendrá un cóctel explosivo. Quienes recuerden cómo la Gran Depresión provocó el auge del fascismo en Europa y comparen aquella situación con el actual rebrote de la extrema derecha no hallarán muchos motivos para el optimismo.

No era el capitalismo lo que había que refundar, y menos con la disposición de esos líderes nuestros que se palmean entre ellos la espalda con cada nueva medida de ajuste, siempre pensadas para que sean otros quienes las sufran, sino las bases de la propia democracia. ¿Qué sentido tiene elegir a unos señores que se limitarán a cumplir instrucciones? ¿Qué ganamos con cambiar de caras cada cuatro años para que los nuevos gobernantes cumplan esas instrucciones que sus antecesores se dejaron a medias?

Quienes se han echado estos días a la calle piden una democracia real en la que todos los votos valgan lo mismo y no sean simples cheques en blanco. No basta con escucharles, como sugiere Zapatero, que es de esos oyentes que mueven la cabeza en señal de aprobación y luego si te he visto no me acuerdo. En algún momento y por nuestro bien, habrá que hacerles caso.

saludos

Ignacio Vello Palestra

Lola Casas dijo...

Todo se radicaliza, especialmente cuando se usa la porra contra ciudadanos aún no airados. ¿No estarán Rubalcaba, Granados y demás representantes de Comunidades Autónomas incitándolos? Ya es tópico, pero ¿cómo empezó Mayo del 68? La primera norma del orden es no invitar al desorden. ¿No recuerdan Rubalcaba, Granados y demás a los grises de Franco a caballo? ¿No recuerdan a los violentos antisistema que rompen papeleras y escaparates cuando se reúnen los capitostes del mundo?

Y sobre todo, ¿no recuerdan que estos muchachos tienen razón porque están jodidos con su presente y su futuro, que estos líderes políticos son incapaces de al menos amortiguar de incertidumbres? La porra no es la solución, ni la prohibición tampoco. Y menos y más vergonzante, querer aprovecharse política y electoralmente de rebeldías cabreadas. No quieren nada de nada con ustedes.

Los biempensantes están tranquilos, aún, contemplándolos desde la distancia del televisor. Por fortuna sus hijos no están. Pero, ¿quién les garantiza que no estarán? Pueden convertirse en llamitas incendiarias, porque saben que el sistema no les sirve. Los hijos de sus padres.

No les doren la píldora, arreglen sus angustias. Ustedes, nosotros, todos, somos los responsables. ¿O ciertamente es que tienen razón cuando claman que esto no es una Democracia Real y exigen que YA lo sea? Al menos escúchenlos sin porras. No les obliguen a dejar de ser jóvenes.

Porque, además, sepan que, aunque las concentraciones cesen, en sus corazones habrá quedado instalado el rencor. Viene el Papa y ustedes paralizan Barcelona, Valencia o Madrid varios días. Estos chicos acampan pacíficamente en la Puerta del Sol y ustedes les mandan los antidisturbios.

saludos

Lola Casas

Mercedes Caballero dijo...

A la vicepresidenta Elena Salgado le salió del alma ponerse de parte de la víctima y considerar que las acusaciones contra Dominique Strauss-Kahn son de una extraordinaria gravedad. Si hay que solidarizarse con alguien, yo también me solidarizo con la camarera. Es difícil, y más para una mujer, compadecer a un pez gordo, como el director gerente del FMI, en un escenario tan conflictivo. Mantengamos la presunción de inocencia, como defensores que somos de la legalidad, aunque todo parece indicar que la víctima es la camarera.
Supongamos que Strauss-Kahn no haya cometido los graves delitos de los que se le acusa; suposición excesiva, a mi modo de ver, porque no me imagino a un tipo experimentado en estas lides cayendo en una sencilla trampa para cazar ratones. Poca confianza merecería la torpeza de un hombre que tiene tan descontrolada su vida sexual como un mono en celo, según le describe otra de sus presuntas víctimas. Me interesan tan poco sus sobredosis de viagra como sus atracones gastronómicos. Lo indignante es que sus aficiones sexuales le hayan llevado a cometer un presunto delito de violación, entre otros de la máxima gravedad.
Si resulta probado que la camarera afroamericana, de 32 años, fue retenida contra su voluntad, sufrió abusos sexuales por parte de Strauss-Kahn, logró escapar de sus garras y tuvo el valor de presentar inmediatamente una denuncia, se merece todo el respeto del mundo. Si, además, mantiene su acusación hasta el final y no acepta un intento de soborno por parte de los poderosos abogados, propongo que se le haga un monumento.

saludos

Mercedes Caballero

Miguel LLeida Bonet dijo...

Mientras la justicia sigue su curso, revisemos el fondo de la cuestión, bien alejado de cuestiones ideológicas, generacionales o intelectuales. Porque este fondo no tiene otro nombre que el de la violencia sexual instalada en la costumbre, por un lado, y el de la impunidad del poder, por otro. Ese “seamos discretos con los asuntos de alcoba” que tan bien se ha practicado en la vieja Europa. Lo que sí resulta escandaloso, más allá del difundido perfil de obseso sexual de Strauss-Kahn –que en ningún momento lo invalidó como “el candidato mejor preparado intelectualmente para enfrentarse a Sarkozy”–, es que la violencia sexual subsista en la hipermodernidad. La misma que se extiende por todo el mundo y se practica rutinariamente en Congo o Haití; la que se declina con sus variables edulcoradas en los rascacielos de Occidente. Y en cuanto a la connivencia con las miserables historias de cama y poder, que nadie se confunda: en Europa pervive un machismo ilustrado en la derecha y en la izquierda, así como una defensa a ultranza de la separación entre vida pública y privada. Esa es la puerta trasera del Elíseo, testigo mudo de un baile continuo de amantes y viajes lujuriosos financiados con dinero público. Y eso no es puritanismo. Se trata de delitos imposibles de disfrazar, como el que ha podido cometer alguien que lo tenía todo en la vida, igual que tantos otros, los que quieren salirse con la suya a costa de usurpar la libertad ajena.
saludos

Miguel LLeida Bonet

Mariano Paez dijo...

Demasiado vértigo para un sistema que busca desesperadamente el voto indeciso de los electores llamados moderados. Centrados en ti, dicen desde el PP. El presidente de la gente común, reza el lema de campaña del socialista Tomás Gómez, para la presidencia de la Comunidad de Madrid. Los acampados en la Puerta del Sol, ni gente de centro ni común, fueron barridos por la policía como basura que contamina el mensaje electoral impecablemente aseado por el doctor Photoshop.

saludos
Mariano Paez

Eva Galdón Cloiset dijo...

Dicen algunos politólogos que es habitual que los políticos copien recetas de otros lares, y que muchas veces, cuando esas recetas no consiguen los resultados previstos, los políticos copiones, escasos de ideas propias, prefieren endurecer las recetas a cambiarlas. Esto explica que se siga utilizando la carta racista y la mano dura cuando es evidente que la mayoría de nosotros nos hemos quedado sin tiempo para insultar al recién llegado, ocupados como estamos en intentar que no nos sobre tanto mes al final del sueldo/subsidio/ayuda familiar.

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Me temo, no obstante, que esta obstinación por insistir en recetas que ya no sirven no se limita al ámbito de la seguridad. Nuestros gobernantes muestran tanta cabezonería en el uso irresponsable de la inseguridad como en la perpetuación de políticas de humillación salarial de trabajadores y trabajadoras y de descapitalización de los servicios públicos que nos están llevando al desastre personal y colectivo. En el manual político del siglo XXI dice privatizar y precarizar, y, como semos europeos, toca callar.

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Bueno, tocaba. Desde el 15 de mayo, muchos ya no se callan, muchos ya no nos callamos. Lo que estamos viviendo en estos meses, en políticas de seguridad (que es lo que conozco), en políticas sociales y en políticas económicas (que es lo que vivo) es un ataque concertado a principios democráticos que parecían intocables: el Estado de Derecho, salud y educación para todos, una fiscalidad progresiva, la posibilidad de soñar en dejar un futuro mejor a las próximas generaciones… las cuatro cosas que parecían llenar de sentido la superación de la dictadura.

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¿Y para qué? ¿Para reequilibrar la balanza de pagos? Después de años de relación inversa entre la “moderación salarial” y el aumento del paro, entre el endurecimiento del Código Penal y la sensación de inseguridad, entre la inversión en campañas electorales y la confianza en los políticos, no me digan que esta crisis es económica: ESTA CRISIS ES POLÍTICA.
saludos

Eva Galdón Cloiset

Ana Luisa Monello dijo...

Sra Calero, cuánto más sigo la campaña electoral más arribo a la conclusión
De que esta no es sólo una crisis económica y financiera sino una enorme crisis política. Las personas progresistas como yo no vamos a votar al PP, pero no
podemos respaldar a un PSOE que no ha sabido ni ha podido pilotear el desempleo,
que ha mantenido durante dos legislaturas el mismo modelo económico, que viendo que se trataba de una burbuja inmobiliaria que iba a estallar, ni la frenó, ni
buscó alternativas.
En fin, a mi personalmente el PP me tiene sin cuidado. Es una empresa, una marca,
y la corrupción es parte de sus estamentos.
Con respecto al PSOE la ineficacia de Zapatero y su gestión hace que muchos de los
candidatos le pidan que no vaya a los actos, para no contagiar la decepción.
Esto evidencia una crisis profunda, también lo evidencia la falta de perspectivas y proyectos motivadores.
Yo estoy encantada de que la gente joven manifieste su hartazgo.
Un hartazgo del que surgiran nuevos líderes y un hartazgo del bipartidismo.
Saludos cordiales
Ana Luisa Monello

Ana Ruiz Lleó dijo...

Se abre el telón y aparece un dirigente del PSOE dirigiéndose a los manifestantes de Sol: “os entendemos, chicos, somos de los vuestros, y no olvidéis votar el domingo, no sea que gane el PP, que es muy malo.” Se abre de nuevo el telón y sale un dirigente del PP: “no os dejéis manipular por el PSOE, chicos, y mudaos a la Moncloa, que la culpa de todo es de Zapatero, nosotros no gobernamos.”

El telón sigue subiendo y bajando, y no para el desfile de cómicos. Uno promete que atenderán las demandas. Otro cuenta el chiste de que la mejor protesta es votar. Un humorista de trazo grueso señala a Rubalcaba como instigador.

La respuesta de los dos grandes partidos a la movilización ciudadana demuestra lo que ya sabíamos: que no entienden nada. Que viven en otro planeta, a años luz de la calle. Lo primero que han hecho ambos es sacar la calculadora: en qué me beneficia o perjudica. Cómo afecta a mi rival. Qué impacto tendrá en las elecciones. A quién votarán. Cómo puedo atraerme a los descontentos.

Tanto los intentos del PSOE por ser simpático con los manifestantes, como el recelo del PP a los “antisistema” y su sospecha de una maniobra del PSOE, son respuestas propias de quien no pisa la calle. La insistencia en que los acampados muestren su descontento votando el domingo demuestra que ni se han leído las pancartas, que critican precisamente esa democracia que se acuerda de nosotros cada cuatro años.

Tampoco entiende nada quien piense que esto es un movimiento surgido de repente, de la nada, de un día para otro, a través de Facebook y poco más. Como si no hubiese gente que lleva meses preparando el terreno, en Internet pero también en la calle. Como si los movimientos sociales hubiesen estado dormidos, como si en los barrios los vecinos no llevasen tiempo calentando la protesta.

¿No han entendido nada? Tal vez, pero también cabe otra posibilidad: que lo hayan entendido, y prefieran seguir contando chistes mientras sube y baja el telón. Hasta que un día se encuentren el patio de butacas vacío, y cuenten el último: “¿Dónde se fueron todos?”



Ana Ruiz Lleó

José Collado Reus dijo...

¿De verdad hay que explicar las causas? ¿De verdad hay aún quien se sorprenda de que en un país que se supone europeo, que presume de sentarse en el G-20, que hasta hace nada decía ser la séptima potencia económica del planeta, estallen las protestas cuando se alcanza un 45% de paro juvenil; cuando un 63% de los ciudadanos vive con mil euros o menos al mes mientras las grandes empresas baten récords de beneficios y de sueldos para sus altísimos directivos; cuando más de un cuarto de millón de familias son desahuciadas por no pagar la hipoteca mientras la misma banca que les deja sin casa pero no sin deudas se lleva, de premio, casi dos puntos del PIB en planes de rescate públicos?

Francamente, lo raro es que todo esto no haya sucedido antes. Hasta alguien tan poco sospechoso de antisistema como el presidente del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, advirtió hace unos meses de que en España se juntaban todos los ingredientes para una revuelta juvenil, para “un nuevo mayo del 68”. Ilegalizar las manifestaciones para tapar la boca de los descontentos, como ha hecho la Junta Electoral de Madrid, no va a servir para acallar estas protestas, sino que las va a encender aún más.

saludos
José Collado Reus

Miguel Olleros Barón dijo...

los acampados por una Democracia Real se les ha empezado a tildar de antisistema, que es uno de esos términos cuyo significado se ha retorcido hasta vincularlo a la violencia como sinónimo de vandalismo. Un antisistema puede ser un rebelde que siente repugnancia de que se hayan dedicado 1,3 billones de dólares a salvar a los bancos de la quiebra cuando menos de un décima parte habría sido suficiente para acabar con el hambre en el mundo, o simplemente alguien que se oponga a esta espiral de producción-consumo que está esquilmando al planeta. Los antisistema no se oponen a todos los sistemas sino sólo al imperante; al contrario, creen que es posible otro sistema más justo, donde no paguen todos por los desmanes de unos pocos.

A los antisistema no se les distingue por la calle ni tienen como oficio la quema de contenedores. De hecho, la inmensa mayoría usa las papeleras. Pueden peinarse a lo punki o con la raya al lado, pueden llevar camiseta o traje, deportivas o Martinelli, mochila o maletín. Pueden ser estudiantes o profesores, activos o parados, propietarios o inquilinos, solteros o casados, heteros o gays. Y desde luego, no tiene por qué asociarse en tribus ni colocarse en los fondos de los estadios de fútbol y patear a los contrarios a la salida.

No deja de ser curioso que algunos políticos, especialmente aquellos que utilizan la expresión como un insulto, tengan a menudo comportamientos que socavan el sistema que dicen defender. ¿No es antisistema cuestionar la legitimidad del Tribunal Constitucional o sus sentencias? ¿No es ir contra el sistema votar en la oposición lo contrario a lo que se haría en el Gobierno? ¿Y tapar la corrupción? Si los que proclaman un día sí y otro no que el país está al borde del precipicio no son antisistema, serán prosistema pero con muy mala leche.

Entre el Mayo del 68 y el de éste 2011 hay grandes diferencias, pero también similitudes. Como entonces, hay una crisis insoportable, revoluciones en marcha y guerras a las que oponerse. Lo que se pide ahora no es que la imaginación llegue al poder; bastaría con que lo hiciera el sentido común.

Miguel Olleros Barón