viernes, 16 de diciembre de 2011

CASO GÜRTEL: EL JUICIO DE LA VERGÜENZA

Estimados amigos y amigas:
“Son casi las siete de la tarde. Silencio sepulcral en la sala donde se celebra el juicio contra Camps. Silencio total en la sala de prensa anexa. Suena un tono. Otro. Y se oye la voz de Camps: “Feliz Navidad, amiguito del alma”. La cara del ex presidente es un poema. Apoya su barbilla sobre su mano izquierda y garabatea con un boli en su mano derecha. No sabe dónde mirar. Por primera vez se oye de forma pública una de las conversaciones más comprometedoras del sumario del caso Gürtel. Es Navidad de 2008. “Te quiero un huevo”, le dice a ‘El Bigotes’, al que también llama “hijo de puta” cariñosamente. Cuando oye el taco en la sala, Camps pone los ojos en blanco y arquea las cejas”. Es un ajustado relato del JUICIO DE LA VERGÜENZA al que estamos asistiendo en Valencia.
Ni Francis Ford Coppola pudo con su arte cinematográfico, con Don Corleone a la cabeza, reflejar tan nítidamente un entramado mafioso, de ocultamientos y silencios, de complicidades y cohechos, de negocios sucios con dineros en negro. Es el juicio por unos trajes, pero todos sabemos que no es poca cosa lo que presuntamente se esconde detrás: Financiación irregular del PP a través de facturas falsas de grandes empresas, supuestamente favorecidas por la Generalitar, evasión de capital, con mediación de los cabecillas de la denominada trama Gürtel, la organización tenebrosa que le abrió las puertas el PP y que juntos han hechos los negocios que no nos alcanza la imaginación para llegar a calificarlos ni cuantificarlos. Todo con el dinero de los ciudadanos. Todo con el llevar y traer de contratos públicos. Todo un Presidente de una Comunidad Autónoma de España, Europa, a la cabeza. ¿NO ES SUFICIENTE PARA CALIFICARLO COMO EL JUICIO DE LA VERGÜENZA? ¿O ES QUE TAMBIÉN HEMOS PERDIDO EL SENTIDO DE LA VERGÜENZA? Pues detrás de todo esto, está el peor delito que puede cometer un político: LA CORRUPCIÓN.
La persona –el personaje-, la institución, el gobierno que deja la más mínima brecha abierta en la ética y la moral, en la transparencia y la honestidad, abre la puerta a la mafia atenta a estas actitudes. EL PP LE ABRIÓ LAS PUERTAS DE PAR EN PAR A LA CORRUPCIÓN y siento, ante nuestra ausencia de castigo que… ha venido para quedarse. Su sistema de encadenamiento de voluntades, de complicidades, de beneficios, se extiendo con rapidez y sigilo, tratando de no dejar huellas – pagó en efectivo porque nunca usa la tarjeta de crédito y que tampoco pide ticket o factura de compra-, aclaró el y su abogado, como si esta fuera una actitud de ejemplo de honestidad y no un sistema para no dejar rastros. La cadena de la corrupción, eslabón por eslabón, ha ido uniendo a todos.
CÓMO SE EXPLICA QUE EL ELECTO PRESIDENTE, MARIANO RAJOY, SÓLO UTILICE EL SILENCIO “CÓMPLICE” PARA REFERIRSE A ESTA CAUSA. Sólo recuerdo que una vez dijo algo así como “estaré contigo Paco, estés donde estés”, y creo que agregó que también “le quería”. Temeraria promesa, seguramente obligado por la complicidad, de alguien que en horas será el Presidente de todos los españoles.
El rostro de Camps es fruto de su propia inmoralidad y la de sus complices por acción o silencio, no la cara de todas y todos los que luchamos por el bienestar y el progreso desde la honestidad y con honestidad, sin regalos ni socios oscuros, sin privilegios ni prebendas, sin “amiguitos del alma” ni “hijos de puta” que saludar por navidad.
Esta y no otra es la vergüenza democrática que siento en estos días. Espero que a muchos de ustedes les pase igual, pero no reaccionen con sosrisas o diciendo ¡que barbaridad! Y que mañana caiga en el olvido. De lo contrario el destino de España será una España sin destino, sin la honestidad, la ética, la moral y los valores democráticos que supimos conseguir y que muchos y muchas seguimos defendiendo con las armas de la transparencia personal y pública como ejemplo de que no todos los políticos somos iguales, a pesar de Camps.

Un saludo y buen fin de semana
Gloria Calero

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