Estimados amigos y amigas:
Después de estos breves días sin actualizar este
Blog, podríamos analizar una infinidad de temas. Pero después de estos últimos Juegos
Olímpicos de Londres, que todos hemos vivido en mayor o menor medida de cerca, me
parece justo y quiero destacar el papel fundamental que han tenido las mujeres
españolas. Los números del medallero lo reflejan con toda claridad: De las 17
medallas logradas por España, 11 han sido ganadas por mujeres. Un rotundo éxito
femenino. Pero esa paupérrima mentalidad que nos hunde en la mediocridad ha
generado muy pocas repercusiones del éxito de las mujeres deportistas, si lo
comparamos con los deportes masculinos. La medalla de plata del baloncesto
masculino, mereció por parte del diario El País, cuatro paginas de su edición,
cuatro, el diario Marca además de la abundante información interna, una portada
desplegable con los jugadores.
No pongo en duda que sea merecido semejante
despliegue periodístico, pero no era igualmente merecido el éxito de las españolas y su extraordinaria actuación… ¿Por
qué esta discriminación? ¿Por qué este ninguneo como si el oro, la plata o el
bronce femenino no tuvieran el mismo valor que el masculino? ¿Por qué ya
desaparecieron de los medios, como ya olvidadas, en tanto los hombres siguen
todavía dando repercusiones? ¿Por qué el abanderado español al comenzar los
juegos fue un hombre –Gasol- y el
abanderado al cierre de los juegos también fue un hombre… con el magnifico
resultado obtenido por las mujeres, ¿la mujer española no se merecía ser la
abanderada de su país?.
Son estos gestos, estas actitudes periodísticas las que
invisibilizan el deporte femenino y ponen de manifiesto todo lo que aun nos
queda por andar hacia la igualdad real, más allá de la igualdad legal.
11 medallas de 17. Una gran actuación
femenina española que muy pocos han destacado como se merece. Una injusticia
machista, para ser suave en la calificación.
Esa injusticia que
hace que el 90 % de las jugadoras
de la Selección Femenina de Balonmano (medalla de bronce olímpica) no jugarán
en España, pues sus clubes desaparecen por falta de financiación, como es el
caso del club Itxaco de Navarra, campeón
de liga 2011-2012 y
desaparece o El Mar Sagunto tercero
de esa misma liga española que también desaparece de esa categoría por
problemas de financiación.
Es verdad que la crisis
afecta a todas las instituciones deportivas, pero, siguiendo con el ejemplo,
ningún equipo masculino de balonmano y menos habiendo logrado esas posiciones
en la tabla, ha desaparecido por falta de apoyo. Seguramente es culpa de todos
y todas, pero fundamentalmente de las autoridades que deben velar por la equidad
deportiva como valor social. De los sponsor que deberían valorar que la mujer
es tanto o más embajadora de sus intereses publicitarios que el hombre.
Amigos y amigas las
mujeres no queremos más en ningún sentido, solamente pretendemos lo mismo. Eso
es justicia, equidad, civilización, madurez política y visión deportiva hacia
el futuro. Algo que dudo que este
gobierno del PP tenga.
Y… como decía en el
post anterior NADA ES CASUAL y… ¿en
este éxito femenino habrá tenido algo que ver las políticas de igualdad
llevadas a cabo durante estos años pasados? Seguro que si.
Un saludo “caluroso” y... ¡Bravo por ellas!
Gloria Calero
2 comentarios:
Señora Calero, aqui los campeones olímpicos son todos hombres. Campeones Olímpicos en la corrupción, campeones olímpicos en el machismo y la desigualdad, campeones olímpicos en saberlo todo, en deformarlo todo, en volver todo al mundo del revés. Muy bueno su comentario. Yo viví el mismo sentimiento de descriminación: las mujeres medallas de oro con sabor a lata, los hombres de lata con sabor a oro. Hay!!! España querida, si te viera mamá, hay no más donde está se vuelve a morir. Un beso Isabel Jaime
Tal como usted lo dice señora Calero, increible pero real. El bronce de los hombre para todos sabía a oro, por las más variadas circunstancias. Pero el oro de las chicas sabía a lata, ni tan siquiera el honrroso bronce de muchas. La diferencia en el trato informativo ha sido una canallada machista, todo un símbolo de la cultura subyasente que sigue siendo el principal problema entre la igualdad de ley y la igualdad real. Pero no dejaremos, por eso de luchar, así, en silencio, seremos logrando oros hasta que alguien tome difinitiva consciencia. Un justo comentario para nuestras menospreciadas mujeres olímpicas. Un beso Isabel Jaime
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