“No me preocupan los gritos de los deshonestos,
de la gente sin escrúpulos y de los delincuentes, más me preocupa el silencio
de los buenos”. Nelson Mandela
Estimados amigos y amigas:
Nelson Mandela… se nos ha
ido, El
defensor de las causas justas, el obstinado y combatiente por la libertad, la igualdad y los derechos
universales, se nos ha ido. Cuando conocí SU grave estado de salud, escribí
unas líneas doloridas ante la evidencia de que nos dejaba un gran hombre de la
historia de la humanidad. Que hoy vuelvo a compartir con ustedes…
Nelson
Rolihlahla Mandela, el gran
líder de la lucha contra el aparheid, el ex Presidente de Sudáfrica, se nos va
en silencio y lentamente. Quizás cuando lean estas líneas, las máquinas a las
que se encuentra conectado hayan emitido ese pitido largo y continuo del adiós
para siempre de una vida. Pero el Mandela de la autoridad moral, el
dignatario socialdemócrata que mostró en Sudáfrica que la pobreza en todos los
sentidos puede ser revertida basándose en una ideología, seguirá siendo un
ícono en la historia de la lucha por la igualdad.
“El
negro” Mandela logró hacernos comprender, aunque parezca sencillo y
racional, que el blanco también es un color y por tanto “la gente de color”
negro, no tenía por qué ser discriminada, por razones sociales, históricas,
políticas, genéticas y hasta mágicas. Su lucha por la igualdad y contra la
pobreza lo han convertido y lo continuarán haciendo en uno de los hombres más
importantes del mundo por la influencia de su pensamiento y acción.
La
igualdad fue su gran obsesión: “Nosotros,
el pueblo de Sudáfrica, declaramos para todo nuestro país y el mundo que:
Sudáfrica pertenece a todos los que viven en ella, negro y blanco, y que ningún
gobierno puede reclamar con justicia la autoridad si no se basa en la voluntad
del pueblo”. Toda una declaración de principios democráticos y de
igualdad, incomparables.
Mandela llevó a los hechos su ideología durante su
gobierno. Había heredado un país con una enorme disparidad en la riqueza y los
servicios entre los blancos y los negros. Y… Mandela, aun en medio de
todas las presiones, aumentó el gasto social un 13 % de promedio durante su
duro mandato. Nadie de los poderosos de siempre, que son los mismos de ahora,
quería que un negro hiciera de una Sudáfrica un país digno, por la dignidad de
sus políticas sociales.
Mandela se nos va... pero su huella en la historia
será inigualable por el tremendo desafío que afronto en medio de las más graves
dificultades internas y externas.
Mandela fue,
es y será, de los hombres de los cuales uno no debe despedirse, sino volvérselo
a encontrar cada día como ejemplo moral y ético de lucha, entrega y trabajo por
los valores de siempre, los de la igualdad, la libertad y la solidaridad, hoy
tan amenazados en nuestro mundo.
Un saludo
Gloria Calero
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