viernes, 1 de junio de 2012

¿DONDE ESTÁ WALY?



Estimados amigos y amigas: ¿Donde está el Presidente?
BANKIA y las declaraciones de hoy de Rato.
DIVAR y el poder judicial.
La PRIMA DE RIESGO, esa que tenemos instalada en el salón de nuestras casas.
La situación económica general al borde  de la intervención.
Las movilizaciones ciudadanas generalizadas...
Mas allá de las apariciones "chulescas" de algunos ministros en ruedas de prensa, contestando únicamente lo que quieren  ¿NO MERECEMOS QUE EL PRESIDENTE NOS DE ALGUNA EXPLICACIÓN?.

Un saludo y buen fin de semana
Gloria Calero

2 comentarios:

Maru Pénedes Llois dijo...

La pobreza ha aumentado como consecuencia de las políticas públicas que se han estado aplicando en los últimos años. Y, entre ellas, tres adquieren especial importancia. Una de ellas es la reforma laboral que ha tenido como objetivo reducir los salarios, como consecuencia del aumento del desempleo. Soy consciente de que habrá muchas voces que cuestionen esta tesis, diciendo que, en contra de lo que digo, la reforma laboral tenía como objetivo establecer las condiciones para crear empleo, añadiendo además, que no era su intención bajar los salarios. Pero la evidencia de lo contrario es abrumadora. Consecuencia de las reformas laborales que se han ido haciendo (facilitando el despido de los trabajadores ha aumentado, no disminuido, el desempleo, destruyéndose miles y miles de puestos de trabajo). Es difícil de creer que los diseñadores de tales políticas y los legisladores que las aprobaron no supieran que tales reformas del mercado laboral destruirían empleo aumentando el desempleo y bajando los salarios. La experiencia internacional corrobora y confirma la experiencia nacional.

Facilitar el despido determina aumentar el número de despidos y el desempleo, sobre todo en un momento como el actual, en que no se está creando empleo. La famosa “flexiseguridad” que se estuvo promocionando por el gobierno español anterior, según la cual hay que facilitar el despido dentro de un sistema de seguridad y reciclaje del trabajador, asume que hay puestos de trabajo a los cuales el recientemente trabajador despedido puede incorporarse. Este no es el caso. En realidad, los países que han tenido más éxito en evitar el crecimiento del desempleo son aquéllos donde se ha repartido el trabajo. Un caso claro es Alemania donde, en lugar de despedir, lo que se promueve es la distribución del trabajo. Ello es consecuencia del sistema de cogestión existente en Alemania, donde los sindicatos a nivel de empresa han dificultado el despido, facilitando en su lugar el reparto del trabajo (de manera que cada trabajador trabaja menos horas, manteniendo así el número de puestos de trabajo).

saludos

Maru Pénedes Llois

Sara Bosch dijo...

Un grupo de organizaciones feministas de Málaga, entre las que está la Plataforma contra los Malos Tratos Violencia Cero, inició el movimiento marea violeta que se ha extendido por todo el país. El pasado día 10, bajo el lema “Ni un paso atrás en políticas de igualdad”, mujeres de más de 50 ciudades mostraron su “absoluto rechazo a todo retroceso y recorte en materia de igualdad entre mujeres y hombres” y reclamaron “el cumplimiento de todas las leyes que favorecen la igualdad y los derechos de las mujeres, incluida la Ley de Salud Sexual y Reproductiva”.

Si todos los recortes son preocupantes, estos lo son especialmente. Y también la discontinuidad de las políticas. Además del retroceso en derechos de las mujeres, que puede conllevar la modificación de las leyes existentes, pensemos en una de las derivaciones más nefastas de la histórica desigualdad entre los sexos: la violencia que viven tantas mujeres en su cotidianidad –más de 70 muertas el año pasado–. ¿Habremos de hablar de terrorismo contra las mujeres para que el problema se trate debidamente? Pues aun siendo asunto controvertido nadie se ha atrevido a dar pasos atrás en las políticas antiterroristas: los sucesivos gobiernos, para actuar con la continuidad y coherencia social que el problema merecía, dirigieron sus esfuerzos a lograr pactos entre las diversas fuerzas políticas. Por el contrario, vemos cómo las muertas por el machismo, y las políticas que han de enfrentarlas –a saber: las políticas de igualdad entre los sexos–, siguen siendo objeto de una lucha ideológica que no se compadece con la persistencia de las conductas y la letalidad de los hechos.

Marea violeta se rebela ante este retroceso e incoherencia social, denunciando la reducción de los presupuestos destinados a la igualdad; el desmantelamiento de los institutos de la mujer, la eliminación de subvenciones para los centros municipales de orientación, asesorías jurídicas, casas de acogida para mujeres víctimas de violencia, y tantos otros servicios. Lo nefasto de las priorizaciones económicas y las batallas ideológicas de sabor patriarcal es que, como sucede en otras geografías y culturas, siempre se acaban librando a costa del cuerpo y la vida de las mujeres.Saludos cordiales.
Sara Bosch